30.9.25

YOGATERAPIA- YOGATERAPEUTICO Y YOGA WELLNESS -Ensayo Alexandra MArtinez

Definicion de Yoga, Yoga terapeutico y Yoga Wellness


La yogaterapia- el yoga terapéutico y el Yoga Wellness desde la vision de Dharmachari Maitreyananda-Fernando Estevez Griego

Son tres formas de encarar las diferentes técnicas de yoga con objetivos diferentes. Hay que darnos cuenta que una cosa es en la práctica,  y otra es lo que pueda llegar a ocurrir sea que una persona practique los tres.

Hay que ver tres cosas que son importantes:

1-    EL REFERENTE es el conjunto de técnicas que vamos a usar para algo, que puede ser una patología o no

2-    EL FOCO

3-    EL OBJETIVO es lo que podemos lograr con el yoga complementando con otra terapia.

Según el Maestro Dharmachari Mautreyananda-Fernando Estevez Griego, no podemos garantizar un resultado, porque si bien vamos a darlo todo, hay cosas que pueden escapar a nosotros. La yogaterapia tiene que tener un diagnóstico, el yoga terapéutico a veces no mira diagnóstico y el Wellness no lo necesita. 

La Yogaterapia es una disciplina que no es Yoga, ya que no tiene los mismos objetivos que esta. La realidad es que la yogaterapia no es medicina, no es psicoterapia, no es ayurveda, ES TERAPIA ESPIRITUAL que utiliza técnicas psico-físicas, psico- espirituales y somato-espirituales, buscando colaborar y complementarse con: La medicina alopática, La medicina ayurvédica, La homeopatía, La psicoterapia, La fisioterapia y otras terapias modernas para mejorar, restaurar y mantener la salud integral del ser humano.

La Yogaterapia es un camino que busca el principio de armonía de los tres planos del ser para lograr una salud plena, integrando la vida interior con la naturaleza, la sociedad y el universo. Tiene que trabajar en un campo donde no trabaje la medicina ni la psicoterapia ni de la fisioterapia, por ende, no realiza diagnósticos clínicos, no prescribe ni modifica tratamientos médicos o psicológicos, debiendo derivar al profesional de la salud que corresponda en caso de detectar algún signo de alarma.

  Tecnicas utilizadas en la Yogaterapia

1.            La que la gente ve  es la PSICOFISICA- técnica corporal y mental, por ejemplo el ASANA, que se puede trabajar físicamente para que tenga una  actitud mental y que genere algún tipo de cambio en el individuo, en el caso de la yogaterapia de todas las técnicas psicofísicas la que mejor funcionan son el ASANA, LOS PADAVIS  Y EL VYAYAMA, significando esto que la postura debe ser estática, los Padavis que son los cambios articulares y el Vyayama como practica de ejercicios  que buscan romper determinadas corazas físicas que son causa de emociones o malestares negativos en el ser humano, apuntan a romper las corazas mentales. .

2.            La Yogaterapia tiene otro tipo de técnicas que utiliza que son las PSICO GNOSTICAS, O PSICO-NOOLOGICA que es mente-espíritu, un ejemplo de esto es la meditación, pero ahora la que está más de moda, como técnica que es comprendida por la gente es el MINDFULLNESS, a veces el vipassana, concentración, visualización

3.            La otra técnica es FISIO-NOOLOGICA que significa cuerpo- espíritu directamente, ejemplo la DANZA, cuando no se piensa, el cuerpo está en sintonía con el espíritu.

4.            La cuarta trabaja los tres planos al mismo tiempo CUERPO-MENTE –ESPIRITU se debería de usar todas las técnicas a la vez- asanas- músicas- mantras usado para ejercer desde el sonido un estado de bienestar, significando que el SAMGITA yoga (música) es FUNDAMENTAL en yogaterapia.  En NADA YOGA (sonido interno) también es fundamental y a esto le llamamos terapias de vibración (pueden entrar aquí, el uso de los cuencos tibetanos, pero preferentemente los de cristal)

A nivel general entre las técnicas utilizadas en Yogaterapia se encuentran:

·           La respiración consciente al aire libre: para desbloquear el plano vital y expandir la presencia.

·           La flexibilidad asistida: que ayuda a liberar tensiones acumuladas en la memoria muscular.

·            Masajes Abhyanga, Masajes: como vía de contacto y rehumanización.

·           Caminatas conscientes y contemplativas: conexión con la tierra y la propia biografía.

·            Ejercicios de expresión emocional y sentimental.

·      Momentos de silencio reflexivo o contemplativo: espacio para que el espíritu se manifieste sin mediación discursiva.

·       Sankalpas personalizados: afirmaciones enraizadas en el anhelo espiritual, no en metas mentales.

·        Mindfulness y Respiración Yoga, Yoga Nidra y Sama Yoga

 En Yogaterapia se promueve la FLEXIBILIDAD, no la elongación ni el streching. Nosotros debemos observar al individuo y prestar atención a que le funcionen bien las articulaciones (rodilla y tobillo), en clase de yogaterapia se trabaja hasta donde la persona puede y de a poco, siempre es sobre una musculatura diferente. Primero las piernas por ejemplo trabajando las posibilidades de movimiento de la articulación del tobillo.

En Yogaterapia es muy importante  trabajar con las POSICIONES. No se deben repetir en las clases las mismas posturas, se deben usar las posiciones para dar variedad.

El ARMA FUNDAMENTAL QUE TENEMOS EN YOGA TERAPIA SON LAS POSTURAS DE CARA. y  las posturas de MANOS.Al no hacer posturas de manos y tener nuestras manos cerradas, desde el punto de vista psicológico estamos a la defensiva, entonces la ABERTURA en todas las posturas de manos que lleven los dedos hacia atrás son fundamentales. Se suele ver la postura de 90 grados de manos con los 4 dedos principales, pero se puede ir trabajando e a poco con cada uno de los dedos, aportando de esta manera flexibilidad a las manos, lo que delata el espíritu. Las manos cuando hacemos arte, la movilizamos en forma de garra no abierta- y ahí es a donde tenemos que apuntar. En lo ESPIRITUAL es muy importante trabajar con posturas de manos y de brazos en apertura para ayudar a liberar.

Se puede trabajar toda una clase con posturas de cara, adjuntándole trabajo con la respiración, por ejemplo.  POSTURAS DE CARA- con ejercicios movilizando un lado y otro con contra posturas para trabajar los dos hemisferios.  Ejercicios de ojos- tratak – trabajar las posiciones- incluso desde las manos

Segun el Dharmachari Maitreyananda -Fernando Estevez Griego ,el trabajo con la CARA, MANOS y  PIES son la base de la yogaterapia.

Las MUKHASANAS o posturas de cara nos permiten cambiar los yoes y entonces puedes esto, ayudar a la liberación de las corazas (de cara) que mantienen a los yoes. Si una persona tiene una patología y hace cualquier terapia como complementaria siempre le sirve las mukhasanas porque no tienen riesgo, no tienen efecto colateral negativo- puede pasar que haya calambres, pero sirven como ejercicios y eso pasa- las mukhasanas son. Las mukhasanas son nuestra PRIMER HERRAMIENTA PARA YOGATERAPIA,

Cuando estamos haciendo yogaterapia, por ejemplo, vamos a un hospital después de una operación queremos darle ánimo a una persona, le damos Mukhasanas para que la persona comience a tener procesos anabólicos, ya que de por si van a procesos catabólicos que son mentales. La persona se va a conectar somáticamente con distintos yoes y puede ser el empujoncito para sacarlo del pozo. Ahora bien, las mukhasanas solas no ayudan, es decir, tienen que tener:

v  los MUKHA-VYAYAMAS que son los ejercicios de cara. En las caras por ejemplo también tenemos POSICIONES, teniendo en lo posible que llegar a las 10 posiciones (pudiendo resultarnos más simples hacer las primeras 5)

v  el TRABAJO SOBRE LOS HEMISFERIOS- por ejemplo, trabajar de un lado una cara, y otra bien diferente del otro lado., pudiendo tomarnos una clase de una hora, por ejemplo. Entonces empieza a ser divertido de alguna manera, en una clase común sin ningún objetivo es yoga terapéutico, pero en una clase de yogaterapia el objetivo es cambiar los yoes y hacer reír a la persona para liberar el espíritu, es decir que no esté reprimido por un yo. Liberar el espíritu significa, liberar las emociones, los sentimientos, los afectos y las pasiones. 

 ¿Cuál es la diferencia entre una POSTURA de cara y una POSE?

La postura ya está establecida, es forzada; la POSE tiene que ver con un rol. Hay diferentes poses de cara según el rol que estemos desempeñando- en el trabajo tenemos una postura de…lo que tenemos que hacer. No tenemos la misma cara hacia un familiar que hacia el trabajo, porque cambiamos de rol.

LA POSE es el rol más la emoción circundante que puede cambiar en corto tiempo. La pose tiene que ver con el rol que estemos cumpliendo en la sociedad o en un grupo, pareja, familia, etc, es decir en relación a los demás. la pose refleja un tipo de rol y un tipo de YO que tenemos (psicología de los yoes)

Un ROL es un yo social. Queremos ser vistos de una forma determinada. El rol la mayoría de las veces TRAUMA la cara. 

En cuando a las posturas se trabaja QUE NO SEAN SIMETRICAS. Es decir, posturas ASIMETRICAS, porque por naturaleza somos seres asimétricos. Y siempre cuesta trabajar más un lado que el otro. Lo otro importante son las SUBPOSICIONES, que trabajan aquellos campos de las posiciones que no trabajamos nunca.

  Tenemos diferentes saludos, que son referentes, hay algunos que se usan en Yogaterapia y otros no. El primer saludo que se usa es el saludo del GATO- asanga (brazos) lombriz- caracol. Hoja- son terapéuticos- (sol- luna buda, no lo son)

 Los ejercicios que son de respiración- uno de Pranayama y respiración que es el kapalabhati que tiene implícita la enseñanza del dominio del diafragma, de SACAR AIRE como lo principal, los cambios de tiempo en la respiración es lo que nos permite controlar la mente y que en los momentos de crisis poder controlarnos a nosotros mismos.

 La RELAJACION es otra de las técnicas que se usan en Yogaterapia siempre y cuando no tengamos en una clase personas con depresión como FALTA DE MOTIVACION EN LA VIDA (por haber perdido un ser querido, por una circunstancia de algún tipo de perdida, por estar sin hacer nada en la vida)

MEDITACION O MINDFULLNESS – capacidad de adaptación, permitirnos disfrutar lo que tenemos y ver que utilidad le damos a eso. 


El Yoga terapéutico 

El yoga terapéutico es una práctica del yoga moderno y científico (fisiología y anatomía) adaptado a fines preventivos, correctivos o rehabilitativos buscando el bienestar psicofísico espiritual y está orientado a reducir factores de riesgo y mejorar la calidad de vida de las personas.

La practica de yoga terapéutico se realiza dentro de un salón con clases individuales o grupales en un contexto yoguico. Tiene como finalidad la Mejora funcional, prevención de dolencias, bienestar físico-mental -espiritual.

Utiliza técnicas dentro de las cuales están las asanas o posturas terapéuticas adaptadas, la respiración, relajación, meditación guiada. 

Tiene como filosofía de base al Yoga moderno, con apoyo científico (fisiología, anatomía). Apunta a la Prevención, rehabilitación, alivio de síntomas

Yoga Terapéutico es una adaptación del yoga moderno para el bienestar.

Yogaterapia es una terapia holística que utiliza técnicas del yoga para acompañar la sanación del cuerpo, la mente y el espíritu.

Caso: Persona con dolor crónico lumbar

Yoga TerapéuticoLe ofrecerá asanas restaurativas, fortalecimiento progresivo, respiración consciente, práctica adaptada a sus limitaciones.

Yogaterapia: Le propone caminar 30 minutos al aire libre, respiración dirigida en el entorno natural, el mismo trabajo de yoga terapéutico sumado a elongación asistida con terapeuta, masaje consciente, reflexión sobre el impacto emocional del dolor, y conexión con su anhelo espiritual profundo.

El Yoga Terapéutico es una modalidad preventiva y adaptativa del yoga mientras que  la Yogaterapia es una terapia complementaria integral, con base psico-somato-espiritual, que usa técnicas del yoga.


Yoga Wellness o Wellness yoga

Yoga Wellness o Wellness yoga, es un Método de Yoga que no busca el Samadhi, tampoco el bodhi ni la última realidad de todas las cosas, se enfoca exclusivamente en lograr el Wellness , un estado de  bienestar del ser humano, un bienestar  psico- físico -espiritual, para eso utiliza todas las técnicas de yoga y es actualmente el tipo de yoga que practica la mayoría de practicantes, yoguis , porque la mayoría de la humanidad tiene como objetivo un estado de bienestar que está conformado por la armonía, el equilibrio, la paz interior y la felicidad  

Desde el punto de vista de la psicología el Wellness lo que busca es un estado de bienestar, que la persona se sienta bien.  Aquellas personas que no se sienten bien es porque no están haciendo lo que quieren, o porque no tiene los resultados que quiere tener por no realizarlas acciones pertinentes. Como la realidad cambia, debemos de cambiar nuestras acciones constantemente. 

Y si lo que siempre hacemos, está mal, con la vida y la profesión, no podemos insistir. Tenemos que cambiar nuestras acciones. Por lo tanto, el Wellness indica que debemos de tener una disciplina en donde todos los días cambiamos las acciones que teníamos, lo que sería espiritualmente un SADHANA, acá se le llama RUTINA.

 En el yoga Wellness SE TIENE QUE TONIFICAR, no solo trabajar en FLEXIBILIDAD.  O sea que se pueden usar las mancuernas chiquitas para hacer un Namaskar, por ejemplo.  El Wellness dice que todos los días de media hora a 45 minutos debemos de caminar, porque es una de las actividades que necesita el organismo para sentirse vivo. La yogaterapia no lo hace y el yoga terapéutico tampoco.

Podemos decir que el yoga Wellness utiliza las técnicas psico-físicas-espirituales para lograr el bienestar y generar cambios positivos

En yoga Wellness tenemos las 8 dimensiones:

1)    La dimensión MENTAL o intelectual

2)    La ESPIRITUAL

3)    La FÍSICA

En yoga Wellness se toma la relación con nosotros mismos desde lo psicofísico espiritual, pero se preocupa en las dimensiones de nuestro ser hacia AFUERA

4)    La dimensión SOCIAL – el trabajar para que socialmente estemos integrados a través de determinadas técnicas

5)    La dimensión AMBIENTAL- con el entorno

6)    La dimensión OCUPACIONAL – en que ocupamos nuestro tiempo- usarlo a nuestro favor

7)    Dimensión FINANCIERA- vivir amablemente con la vida. la mayoría de los trabajos de yoga fracaso porque no se trabajaba la cara- desde la visión de la yogaterapia y Wellness la cara es lo principal.

8)    Dimensión ESPIRITUAL Los cambios que se dan al usar las posturas de caras es hacer que cambie la respuesta de reflejos condicionados. Determinadas caras nos dan un reflejo que nos condicionan la emoción que vamos a tener- zaping de posturas de cara rompen emociones para ir a otras, a más zaping mas cambio de emoción

En yogaterapia caminamos para encontrar la armonía de nuestro cuerpo, en yoga Wellness lo hacemos para sentir una sensación de bienestar, es diferente, CAMBIA EL OBJETIVO

Según los yoga Sutras de Dharmachari Maitreyananda, para practicar el Wellness Yoga sus técnicas son: hacer ejercicio, Consumir jugos naturales y agua mineral- consumir comida sana, tratando de evitar los alimentos procesados, harinas y azucares – hacerse masajes -practica de posturas estáticas, Practica de Svasan Yoga o Yoga de la Respiración, Tomar baños de inmersión, concurrir a saunas, practica de Sama Yoga o Yoga de la Relajación- Practica de Contemplación- Reflexión- Atención- Concentración- -Introspección -  Meditación.

 La Yogaterapia no es una técnica añadida al yoga ni una adaptación médica, sino una disciplina terapéutica complementaria e interdisciplinaria que utiliza herramientas del yoga para ayudar a mejorar la salud, restaurar el equilibrio cuerpo-mente-espíritu, activar las inteligencias espirituales y acompañar procesos clínicos. Interviene complementando tratamientos médicos, psicológicos o fisioterapéuticos. Se puede practicar dentro y fuera de un salón de clases, incluye dentro de sus vías de aplicación, las caminatas, masajes, trabajo enfocado a la flexibilidad y elongación asistida, sauna, hidroterapia, mindfulness, meditación, ejercicios, y muy importante, técnicas de respiración en la naturaleza. 

Visión de Maitreyananda- Fernando Estévez Griego de la Yogaterapia 

Tiene una vision sobre abordar integralmente todos los planos del ser humano, considera que la Yogaterapia no es yoga, sino una terapia espiritual que basa sus fundamentos en un concepto de unidad triplanica del ser humano con una interrelación entre el cuerpo, mente y espíritu.

A través del Cuerpo, accionamos, hacemos, experimentamos la vida por medio de cada sentido que desarrollamos. Por medio del cuerpo somos capaces de registrar las consecuencias de los desequilibrios mentales y emocionales a los que podemos estar expuestos en el transcurrir de nuestra vida

Es por esto que la Yogaterapia busca liberar cualquier bloqueo somático que impide fluir libremente al ser, utilizando técnicas posturales, respiratorias, masajes y trabajos de flexibilidad

La Mente está definida por sus funciones cognitivas, discursivas, proyectivas y racionales. Se mueve en el tiempo avanzando o retrocediendo, imaginando, comparando y analizando

Cuando se refiere al espíritu, lo define como el conjunto de sentimientos, emociones, pasiones, afectos y anhelos y no como una manifestación de índole religiosa. Vive y se manifiesta en el momento presente, no calcula, no recuerda el pasado o el futuro.

Cuando amamos o sufrimos, nos conmovemos o vibramos con sentido, es el espíritu quien se expresa

La Yogaterapia se diferencia del enfoque biomédico y psicológico al proponer una visión integrada del cuerpo- mente y espíritu, no se encarga de curar el cuerpo, no se encarga de abordar por si misma la curación de aspectos psicológicos, sino que existe como herramienta COMPLEMENTARIA para acompañar tratamientos médicos a través del uso de técnicas psico físicas espirituales, ya mencionadas.

 El enfoque biomédico trata enfermedades, trastornos o desequilibrios desde lo biológico y patológico, mediante el uso de medicamentos o procedimientos clínicos. Se basa en modelos científicos, considerando el cuerpo como una estructura biológica que puede funcionar mal, y puede no llegar a considerar el impacto del comportamiento o las emociones.

El enfoque Psicológico va a buscar como objetivo entender y tratar los problemas de salud mental, del comportamiento, y el análisis de las emociones, buscando comprender como interactúan los pensamientos, las emociones y las conductas sin profundizar en causas físicas subyacentes.

Para la Yogaterapia es importante mantener una armonía entre lo que pensamos (mente), sentimos (espíritu) y lo que hacemos (actuar a través del cuerpo), ya que las enfermedades, desequilibrios o desarmonías surgen cuando estas dimensiones se desequilibran y la Yogaterapia busca armonizarlas, integrarlas y restablecer al individuo a su unidad natural

DIMENSIONES DE LA YOGATERAPIA

Dimensión espiritual

La Yogaterapia busca desarrollar las inteligencia espiritual que busca expresarse a través de 5 aspectos:

·         la inteligencia emocional como capacidad de reconocer nuestras emociones y evitar las emociones negativas. es aprender a cambiar una emoción por otra emoción similar entendiendo que la emoción es de corta duración

·         la inteligencia afectiva, es la capacidad de vincularnos con los demás sin que nos afecte lo que los demás sienten.

·         La inteligencia pasional es la capacidad para frenar los ataques pasionales que tenemos que nos pueden llevar a una conducta de peligro sobre todo hay que tener cuidado con los adolescentes, ya que tienen pasiones que son sentimientos vehementes en los que no media la razón.  

·         La inteligencia sentimental es aprender a elegir los sentimientos sin anclarnos en algo que tenemos que tener, entendiendo que necesitamos gestionar nuestra energía, entonces los sentimientos positivos nos nutren, los sentimientos negativos como la venganza, la ira, el odio nos negativizan y nos generan un problema psicosomático. La gente no quiere problemas y no quiere conflictos

·         La inteligencia de anhelos.  Hay que dividir el deseo, la necesidad, Freud lo hizo al final de su vida, la necesidad es de orden físico, como por ejemplo el hambre la sed, como impulso gregario del ser humano, las necesidades son físicas, se manifiestan para subsistir, en cambio el deseo es mental; el anhelo es diferente es la realización intima de una energía espiritual que esta atesorada en su interior.  Hay que ver cuáles son nuestros anhelos.

Cada persona es única en su forma de manifestar la inteligencia espiritual y desarrollar o no cada una de sus inteligencias que la conforman, ya que no todas las personas las tienen desarrolladas por igual. Es por esto que la Yogaterapia busca estimular, equilibrar y activar aquellas que están dormidas o en desequilibrio.

Para la Yogaterapia una persona puede estar sana físicamente y mentalmente equilibrada, pero si no logra armonía espiritual consigo misma y su entorno a través del dominio de cada una de las inteligencias espirituales, no puede considerarse saludable.  La plenitud interior, el sentido de vida, la conexión del espíritu con la naturaleza, la sociedad y el universo están incluidas dentro de la salud integral.

La Yogaterapia con su visión triplanica, ve al ser humano como un espíritu que posee una mente y un cuerpo. El cuerpo está relacionado con lo material, con la tierra y con la naturaleza. Muchas personas creen que dentro de nosotros hay un espíritu y que nosotros somos una mente y un cuerpo, algunos tienen una visión somática, otros tienen una visión psicosomática y otros tienen una visión, como decía el Dr. Frank psico física espiritual. De esto se comprende que el espíritu no está dentro de nosotros, sino que nosotros estamos dentro de nuestro espíritu, en otras palabras, dentro de nuestro espíritu esta la mente y el cuerpo.

La mente esta para entender y vivir en el mundo y el cuerpo esta para entender y vivir en la tierra, que no son la misma cosa. La tierra tiene una ley, lo que nosotros llamamos naturaleza, y el mundo tiene leyes impuestas por los seres humanos, que en definitiva son creencias propias del ser humano, que no comparten la mayoría de los animales. El mundo, esta generado por nuestros deseos, y la tierra es un término que refiere a la madre tierra en sí, pensado como un organismo, en donde sobre ella estamos nosotros, pero dependientes de ella.

Nuestro cuerpo es un vehículo, para transitar la tierra y nuestra mente es un vehículo para transitar el mundo, y las construcciones culturales de la sociedad, de ahí que tierra y mundo no son lo mismo.

 Hoy sufrimos porque confundimos el mundo con la tierra. Esto lo planteo Siddhartha Gautama, conocido como buda.  Esta persona se preocupó del sufrimiento y genero una base terapéutica con el sufrimiento, es ahí que logra separar el concepto de que SUFRIMIENTO Y DOLOR son la misma cosa. El dolor es físico, el sufrimiento es espiritual. El veía que los médicos trabajaban sobre el dolor, pero no sobre el sufrimiento. Los médicos pueden darle un tratamiento psicoterapéutico, una medicina para que la persona mejore, pero lo más importante en la parte espiritual, es saber cuál es la causa del sufrimiento. Es espíritu constituye el centro de la vida consciente y trascendente. 

Principio de salud espiritual

Coincido con la afirmación “sin armonía espiritual no hay salud plena” . ya que uno esta saludable si tenemos un bienestar físico y mental, pero si también somos felices. Si una persona está bien físicamente, está bien mentalmente, pero tiene angustia, padece depresión, tiene tristeza, se considera que la persona no está sana. Por lo que, la base de estar sano es ser una persona feliz, o al menos estar en un nivel anterior que sería el estado de armonía.

La salud plena involucra un estado de plenitud interior, por eso es importante poder identificar cual es el sentido de nuestra vida, vibrar en conexión con la naturaleza, la sociedad y hasta con el universo. Para la Yogaterapia la salud plena se logra a través de la armonía triplanica del ser tomando al espíritu como centro que orienta a los otros dos planos, ya que, sin él, queda incompleta la salud. Es por esto que la Yogaterapia no se limita solo a técnicas psicofísicas, sino que incluye recursos de inteligencia espiritual, meditación, atención plena y prácticas de integración con la naturaleza y la vida en comunidad.

Empezaría una clase de Yogaterapia por lo corporal, como una forma de romper los bloqueos que hay, trabajando la musculatura, las articulaciones, pero siempre buscando un cambio emocional. La movilización de la columna vertebral a través de algún Namaskar o Vyayama por ejemplo, sería un comienzo para empezar a movilizar la zona de somatización espiritual pero también para que la mente preste atención a lo que el cuerpo realiza y luego buscaría trabajar con las posturas de cara,  y también de manos para lograr un cambio energético, en positivo, por eso la intención es ir relajando y aflojando a la persona para que su energía fluya  entonces así, la persona siente una sensación de liberación.  

Dimensión terapéutica

La Yogaterapia emplea técnicas trifásicas, psicofísicas, somatonoústicas y psiconoústicas, es decir, prácticas que integran mente y cuerpo, cuerpo y espíritu, y mente y espíritu, proponiendo un abordaje integral en el que la salud es equilibrio dinámico en todas las dimensiones del ser.

La Yogaterapia aplica de manera integrada:

a) Técnicas psicofísicas: a través de la práctica de posturas, respiración y relajación.

b) Técnicas psiconoústicas: a través de la práctica de meditación, concentración y atención plena.

c) Técnicas somatonoústicas: que apuntan al desbloqueo corporal, la danza, coreografías y desbloqueo sentimental y emocional.

d) Técnicas trifásicas: prácticas de armonización simultánea de cuerpo, mente y espíritu.

 El profesor o Master de Yogaterapia es aquel que brinda una clase, que apunta a lo ESPIRITUAL, para que las personas SE SIENTAN MEJOR. 

o  No sirven las técnicas psico-físicas, si no tienen como resultado un vector espiritual.

o   Lo psico-espiritual tienen un vector que es lo corporal

o   Lo corporal y espiritual tiene un vector que es lo mental.

Nosotros usamos las tres técnicas, la danza por ejemplo es espiritual y corporal y que es lo que calma la mente.

 Los ámbitos de aplicación de la Yogaterapia pueden aplicarse en:

a) Prevención de enfermedades mediante el fortalecimiento del sistema inmunológico y el manejo del estrés.

b) Tratamiento complementario en enfermedades psicosomáticas, crónicas y funcionales.

c) Acompañamiento en ansiedad, depresión, traumas y bloqueos afectivos.

d) Desarrollo espiritual mediante la práctica de la inteligencia espiritual y la búsqueda de plenitud interior.

 Por ejemplo, en una persona con Ataques de pánico: su mente suele viajar al futuro que nunca llega, que como mamífero tiene dos respuestas: atacar o huir, en donde se produce un cambio mental o físico generando una respuesta que es el pánico. Cuando una persona está en pánico, el espíritu ataca a la mente que es la que tiene a la persona atada a cosas que no quiere, para eso corporalmente se paralizan las piernas, en este caso hay que lograr hacer un cambio de respiración, por ende, se tiene que lograr que la persona pueda enfocarse, prestar atención y practicar respiración.

Hay distintos tipos de ataque de pánico, pero generalmente tienden a inmovilizar a la persona, de ahí es que surge la propuesta que frente a un ataque de pánico la persona se puede movilizar, a través de una caminata consciente, o lograr un cambio respiratorio. Toda persona que tiene ataques de pánico debería DESCUBRIR que es lo que quiere hacer de su vida, cuál es su razón de vivir.  Como trabajo en yoga habría que hacerle practicar las 9 respiraciones, mucho el Kapalabhati y explicarle que a través de la meditación descubra cuáles son sus anhelos espirituales. 

En casos de DEPRESION una de las cosas fundamentales es cambiar de entorno. Evitar yoga Nidra, sama yoga, no dar técnicas de relajación y no dar clase muy estática, en definitiva, apuntar a lo dinámico, a crear incluso cambios respiratorios. Tener mascotas también ayuda un montón.  Existe Yogaterapia para varias cosas como, por ejemplo:

·         Yogaterapia para diabético

·         Asmático

·         Obesidad

·         Cardiaco

Desde el Namaskar del gato podemos trabajar todo el cuerpo. 

Asanga Namaskar no es igual que saludo de brazos- ambos permiten trabajar el tren superior en flexibilidad y fuerza (sosteniendo) siendo muy beneficioso para trabajar las corazas emocionales que más enfoque tiene sobre nuestros sentimientos y emociones.  Se pueden agregar mancuernas en estos saludos, pero en yoga Wellness. 

 DIFERENCIA ENTRE EL ASANGA NAMASKAR Y EL SALUDO DE HOMBROS

 EL asanga Namaskar esta originado en los saludos a KA (prana ki de egipcios) ESTA BASADO EN Asanga que es el padre de la psicología en yoga y en budismo y padre de la escuela YOGA ACHARA-

Ø  La base del asanga es abrir los pectorales para romper todas las corazas emocionales (sacar el pecho como el gorila cuando ataca) se enfoca en los hombros. El asanga Namaskar busca DESCOMPRIMIR lo emocional- sentimental para que tenga una influencia psicológica

Ø  El Saludo de brazos, tiene todas las posturas de brazos y sus posiciones. El saludo de brazo lo que busca es la flexibilidad del brazo, no del hombro, entra en acción el codo y la muñeca también.

Marco Etico  dentro de La Yogaterapia

Se fundamenta en el respeto absoluto por la dignidad del ser humano como espíritu encarnado. Tiene principios que son:

 a) el respeto y cuidado de la persona.

 b) como profesional, tener un carácter no invasivo y no violento.

 c) Confidencialidad y acompañamiento compasivo.

d) Rechazo al dogmatismo y a toda forma de manipulación religiosa o política.

Primero que nada, debemos aclarar que hay dos tipos de roles a ocupar en cuanto a la aplicación de la Yogaterapia:

Por un lado, tenemos al Yoga Terapeuta, que es un profesional de la salud especializado, con capacidad de diagnosticar y que tiene una visión holística y herramientas profundas para intervenir terapéuticamente desde una visión triplánica del ser humano.

Por otra parte, está el profesor de Yogaterapia, Su función no es curar, sino prevenir dolencias, acompañar procesos funcionales y educar al practicante en el autocuidado físico, mental y emocional. No diagnostica, sino que es un facilitador de prácticas complementarias del yoga, con capacidad de adaptación y acompañamiento, pero sin competencias clínicas directas por lo que deberá trabajar en conjunto colaborando con equipos médicos (en áreas de la medicina- fisiatría- psicología)

Ambos roles son valiosos y necesarios, pero deben distinguirse claramente para garantizar rigurosidad, ética profesional y trabajo en red.

 

·   Desde el rol como Profesor de Yogaterapia lo primero que debemos tener presente es la necesidad de contar con el diagnóstico médico para poder visualizar como trabajar con la persona que llega a nosotros

·   Limitaciones- poder ser capaces de establecer y respetar nuestra implicancia, sosteniendo límites claros de acción acorde a nuestro Rol como profesional de Yogaterapia, derivando cuando sea pertinente a un profesional del área de salud que corresponda, considerando que la Yogaterapia, por su carácter holístico, puede colaborar y complementarse con: a) La medicina alopática. b) La medicina ayurvédica. c) La homeopatía. d) La psicoterapia. e) La fisioterapia y otras terapias modernas.  Sabemos que la Yogaterapia no sustituye a la medicina convencional ni a otras terapias científicas, sino que las complementa, ofreciendo un abordaje espiritual y psicosomático que enriquece el tratamiento integral del ser humano

·    Ser respetuosos en el trato con la persona que llega a nosotros, mantener la Confidencialidad frente a la patología que presente- sin juzgar, ser compasivos y tratar de orientarnos a asistir a mejorar la calidad de vida del individuo

·         Establecer cuáles son los OBJETIVOS y METAS a trabajar desde nuestro lugar

·      Elaborar y establecer desde la Yogaterapia, una rutina de trabajo con las posibles técnicas a aplicar, en coordinación y participación directa con el profesional de salud a cargo del tratamiento de la persona, para evaluar la viabilidad de la rutina a establecer y abrirnos a intercambiar opiniones respetando cada rol en función de aportar el mayor beneficio a la persona.

·     No manipulación- no invasión- tener presente siempre que cada persona posee una forma de realizar o poner en acción las técnicas de yoga que nosotros dictemos, pero a su manera, realizando lo que puede hasta donde puede. Es importante indicarle que no se sobre exija en el accionar. No debemos presionar, forzar o manipular a la persona a que llegue o logre algo, sino ayudarlo a que pueda prestarle atención a su cuerpo y que logre aprender a registrarlo, a escucharlo para que pueda sentirse cómodo con lo que hace.  


 Historia de la Psicologia del Yoga y su influencia en la Yogaterapia

Psicología de los Yoga Sūtras de Patanjali por Maitreyananda-Fernando Estevez Griego

1. Modelo de la mente (Citta)

A. Manas: es la mente sensorial, que recibe impresiones.

B. Ahakāra: el sentido del yo, que apropia las experiencias.

C. Buddhi: la inteligencia discriminativa, capaz de discernir lo real de lo ilusorio

 Patanjali habla de Citta y dice que el Mannas es la mente que recibe las impresiones, es una mente sensorial según él, podríamos llamarle actualmente una mente consciente que está recibiendo todo lo sensorial. Pero resulta que la mente, de todos los sentidos, puede prestar atención (EKAGRATA) a dos, y los otros no los toma en cuenta, pero si son recogidos por el Citta que sería la mente inconsciente.  Después está el Ahamkara es una parte de la mente que se apropia de las cosas, cuando en realidad nada es de uno porque todo es impermanente. Nosotros no somos un solo yo, tenemos varios yoes, que no son lo mismo. No lo profundiza Patanjali, pero abre las puertas para que el Ahamkara sea un gran armario de yoes, en donde nos ponemos un yo que necesitamos para desempeñar el rol que nos exige el entorno o que nosotros seleccionamos para actuar, no podemos ir con otro rol.

Lo último es el Buddhi, viéndolo en Patanjali, la parte de la inteligencia discriminativa por lo tanto al intelecto, O la mente racional capaz de discernir lo que es ilusorio o maya de lo irreal

Los Vttis o fluctuaciones mentales

 A. Conocimiento correcto (pramāa).

B. Conocimiento erróneo (viparyaya).

C. Imaginación (vikalpa).

D. Sueño (nidra).

 E. Memoria (smti)

 Patanjali plantea que hay Vrittis, serían las fluctuaciones mentales, y expresa que es muy difícil la traducción porque Vrittis es vibración que cambia los estados energéticos.

Lo que nos impide ser feliz y actuar correctamente Es el viparyaya o conocimiento erróneo. Lo que nosotros generamos a través del conocimiento erróneo o no es el Vikalpa que es la imaginación. La mayor parte de nuestra vida nos imaginamos cosas y vivimos una irrealidad. Después está el sueño que es Nidra y la memoria que es el Smrtti que vemos como una parte de la caja de memoria de nuestra mente, que sabemos que esta la memoria a corto, mediano y larga duración.

 Patanjali decía que tenemos KLESAS que serían las Aflicciones (Kleśas)

A. Avidyā (ignorancia).

B. Asmitā (egoísmo, falsa identificación).

C. Rāga (apego).

D. Dvea (aversión).

E. Abhiniveśa (miedo a la muerte, apego a la vida).

·         el primer Kleśa es el AVIDYA o ignorancia, a veces utilizamos la palabra porque ignoramos ciertas cosas;

·         el segundo Kleśas es el ASMITHA que es cuando somos egoístas, porque pensamos que podemos hacer solos de todo, sin entender que tenemos una motivación que es gregaria porque la mayoría de las personas vivimos y nos hemos criado en familia, en donde lo importante para ser humano es la egregora que es esa fuerza espiritual que nace de un grupo que está haciendo lo mismo. Nosotros nos identificamos como que somos algo, sin entender en relación a los demás siendo un grave error, que los demás nos sustentan, no somos nosotros.

·         Después está el termino RAGA – que quiere decir apego- cuando nos apegamos demasiado a una cosa, perdemos la libertad. 

·         Otro termino es DVESA es la aversión que tenemos a determinadas cosas, sin saber en realidad como son. El problema aquí son los preconceptos. Por ejemplo, cuando adoptamos un sistema de creencias para justificar la conducta, pero tiene creencias, no sabe y lo importante en la vida es saber, no creer. Y este es uno de ellos principios que se usa en YOGATERAPIA, procurar que la persona sepa, en lugar de que crea.

·         ABHINIVESA- es el miedo a la muerte o apego profundo a la vida creyendo que nunca nos vamos a morir.

Procesos de transformación psicológica

A. Abhyāsa: práctica constante.

B. Vairāgya: desapego.

C. Kriyā Yoga: disciplina, estudio interior y entrega.

D. Aṣṭāga Yoga: ocho miembros como pedagogía de autorregulación

Patanjali dice que la forma correcta de hacer terapia, sería hacer ABHYASA, practica constante con entrenamiento basado en la repetición y la constancia.

 Desarrollar el VAIRAGYA o desapego. Es una Técnica cognitiva de desaprender, soltar apegos y entrenar la mente para soltar, tener una disciplina interna fuerte o KRIYA yoga y seguir una pedagogía de auto regulación que sería el Ashtanga yoga de los 8 pasos

Estados de conciencia

A. Samādhi con objeto (absorción en algo concreto).

 B. Samādhi sin objeto (absorción más sutil).

 C. Nirbīja Samādhi (estado sin semillas mentales, silencio total).

Habla de estado de conciencia, aunque Maitreyananda prefiere usar el termino ESTADOS DE LA MENTE, entre los cuales habla del Samadhi por objeto en donde miramos algún objeto; el samadhi sin objeto, sin soporte en donde entramos al estado después de hacer Dhyana y dharana, concentración y por ultimo habla del Nirbija samadhi que sería un estado de absoluta calma  y silencio total en donde no hay absolutamente nada y se llega directamente al samadhi; y ahí se queda el yoga de Patanjali y su terapia.

 Psicología aplicada

A. Atención plena y concentración (dharāā, dhyāna).

B. Pratipaka-bhāvanam: sustituir un pensamiento negativo por su opuesto. sustituir pensamientos negativos por positivos. Similar a la terapia cognitiva moderna: ante ira, cultivar compasión; ante odio, cultivar amor

C. Reflexión sobre el dolor y la impermanencia (heyam dukham anāgatam,

Toma del budismo técnicas como la ATENCIÓN PLENA cuando hace concentración (dharana y Dhyana) y hace la práctica de pensar lo opuesto a cosas negativas, la reflexión sobre lo impermanente y el sufrimiento; y después hay ciertos aportes que hizo a la psicología moderna y a la yogaterapia como es la LIBERACION con el kalvalia, cierta visión introspectiva que después fue desarrollada por William James con la INTROSPECCION Y el desarrollo de una psicología preventiva o psicoterapia preventiva que sería tener buenos hábitos en hábitos disciplinarios y éticos que van de la mano con los yamas y niyamas ( transformar conductas destructivas en positivas y constructivas). que habla de la impermanencia tambien. Este es el planteo básico que hace Patanjali que Maitreyananda desarrolla en su libro.

Se puede decir que como herramienta de regulación emocional y energética tenemos el Prāāyāma: control de la respiración, que ayuda a entrenar el manejo psicofisiológico del sistema nervioso, reduciendo la ansiedad y estabilizando las emociones que habla de la impermanencia tambien. Este es el planteo básico que hace Patanjali que Maitreyananda desarrolla en su libro.  Tapas: disciplina y esfuerzo -Técnica de autocontrol y tolerancia a la incomodidad para fortalecer resiliencia.


Budismo: dukha y terapia de la mente. 

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

 Siddharta Gautama cuando enseña, tiene 3 visiones de la mente

Citta: que es la Mente como flujo dinámico de percepciones, pensamientos y emociones.

Mano: la mente pensante que organiza la experiencia sensorial.

Vignāna: la conciencia de cada uno de los seis sentidos (vista, oído, olfato, gusto, tacto y mente). El encuentra 3 problemas que generan dukkha, que es el sufrimiento, la insatisfacción o la incompletitud existencial

·         EL Avijjā (ignorancia): no ver la realidad tal como es.

·         Ta (sed o deseo): aferramiento a lo placentero y rechazo de lo doloroso.

·         Upādāna (apego): fijación rígida de identidad y de objetos.

 El deseo es mental pero muchas personas lo confunden con la necesidad; y la necesidad a veces es física, - no tenemos deseos de sed, tenemos necesidad de tomar agua_ Muchas personas que confunden el deseo con la necesidad se auto mortifican.

Buda habla de los cinco agregados (pañcakkhandha): forma, sensación, percepción, formaciones mentales y conciencia. El Buda enseña que la persona no es un yo fijo, sino una combinación de estos procesos en constante cambio.

El dice que tenemos tanto emociones como pensamientos porque tenemos samskaras que son las formaciones condicionadas por lo que nosotros creemos que serían las impresiones. que surgen y desaparecen según causas y condiciones.

Ahora, nosotros tenemos que ver, que todo esto cuando estamos meditando es causa de ANIKA O impermanencia y que todo esto es ANATA o sea nosotros nos identificamos, pero al identificarnos con algo quedamos como demorados en el tiempo cuando no tomamos consciencia de que, si el tiempo pasa, vamos otra vez a ANIKA, es impermanente todo.  Mirando la impermanencia a veces, pensamos que llegamos a algo y eso se derrumba.

El budismo entonces hace un trabajo que ahora está de moda que es el SATTIPATHANA -sattismriti que es el MINDFULNESS – dice que cuando miramos todos los fenómenos, y no juzgamos a priori, sino que miramos errores de un lado y otro, mirando sin juzgar, nos podemos acercar más a la realidad.

v  Las Técnicas psicológicas del budismo

 SAMADHI, cultivo y desarrollo de estados profundos de calma mental llamados jhānas, que permiten mayor control psicológico.

VIPASSANA tiene una visión penetrante, que ahora está de moda el termino INSIGHT para el vipassana, entendiendo que el sufrimiento a veces es causa de que proyectamos las cosas como si para siempre fueran a existir - Desarrollo de la visión penetrante Vipassanā:  meditación de insight. Consiste en observar la realidad con claridad para comprender tres características universales: impermanencia (anicca), sufrimiento (dukkha) y no-yo (anattā). Paññā: sabiduría discriminativa que rompe las ilusiones cognitivas y emocionales, disolviendo la raíz del sufrimiento

La MEDITACION meta que es cultivar las emociones positivas. (amor benevolente) cultivar emociones positivas hacia uno mismo y los demás.

El PRAGNA- prajna- que es el dicernimiento, no sacar conclusiones automáticas para liberarnos del ciclo de reacciones automáticas

ANAPANASATI – Atención a la respiración con distintas técnicas Se utiliza como base para estabilizar la mente, cultivar calma y aumentar la claridad.

Satipaṭṭhāna: que es la práctica de las 4 atenciones plenas (las sensaciones, la mente- los fenómenos, y el cuerpo) es la observación directa del cuerpo, las sensaciones, la mente y los fenómenos.  Es una técnica de autoobservación sin juicio, que permite ver cómo surgen y cesan los pensamientos y emociones

EKAGRATTA es el entrenamiento de concentración con el desarrollo de la atención unificada en un solo objeto, que elimina dispersión y ansiedad.

Los cultivos de Karuna o COMPASION, alegría Viveka, que es la ecuanimidad.  TODO ESTO es lo que se desarrolla

v  Psicología práctica y ética

El Óctuple Sendero se entiende como una terapia integral que pone su foco en sostener una visión correcta, pensamiento correcto, palabra correcta, acción correcta, modo de vida correcto, esfuerzo correcto, atención correcta y concentración correcta. Este camino funciona como psicoterapia integral. Por lo que el entrenamiento mental no está separado de la ética: cultivar compasión, bondad y ecuanimidad es parte de la psicología de Buda. El objetivo no es solo reducir síntomas, sino alcanzar la liberación (nibbāna), estado de paz más allá del sufrimiento.

v  Aportes comparados con la psicología moderna

Anticipa el mindfulness y la terapia cognitivo-conductual al observar y transformar pensamientos, integrando emoción, cognición y ética en un solo proceso de desarrollo humano. Propone la desidentificación del yo como clave de la salud mental, algo que apenas empieza a explorarse en psicología contemporánea.

v  Regulación emocional y cultivo de estados positivos

Mettā-bhāvanā: meditación de amor benevolente, para sustituir odio y hostilidad por amabilidad.

Karuā, Muditā y Upekkhā: desarrollo de compasión, alegría empática y ecuanimidad. Estas prácticas equilibran las emociones y previenen estados destructivos.

Pratipaka implícito: ante un estado negativo (ira, celos, aversión), se cultiva su opuesto positivo

v  Transformación de hábitos y conducta

 Óctuple Sendero: visión correcta, intención correcta, palabra correcta, acción correcta, modo de vida correcto, esfuerzo correcto, atención correcta y concentración correcta. Este camino funciona como psicoterapia integral.

Sīla (ética): control de la conducta mediante preceptos que reducen culpa, ansiedad y agitación mental.

 Bhāvanā: cultivo constante de la mente mediante entrenamiento progresivo, semejante a una educación psicológica.

v  Terapia del deseo y del apego

 Reconocimiento de ta: observar la sed de placer, existencia o no existencia como raíz del sufrimiento.

Desapego consciente: reducir la identificación con lo deseado y entrenar la renuncia gradual.

 Práctica del desapego (nekkhamma): desarrollar la capacidad de soltar, sin represión ni negación, sino con claridad y libertad.

En síntesis, las técnicas psicológicas que Buda propone son:

  •   atención plena (satipaṭṭhāna, ānāpānasati),
  • concentración (samādhi, jhānas),
  •   visión penetrante (vipassanā, paññā),
  • cultivo de emociones positivas (mettā, karuā, muditā, upekkhā),
  • ética preventiva (sīla) y 
  • desapego progresivo del deseo (nekkhamma)

Yogachara (Asanga/Vasubandhu) y el “inconsciente”.

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Psicología de Asaga y la escuela Yogācāra (también llamada Vijñānavāda, “doctrina de la Mente”) 


Fundamentos de la psicología Yogācāra de Asanga

Vijñapti-mātra: todo lo experimentado es representación de la conciencia. No vemos las cosas “tal cual son”, sino mediadas por procesos mentales.

Tres naturalezas (trisvabhāva):

A. Parikalpita (imaginada): la mente proyecta objetos falsos y dualidades.

B. Paratantra (dependiente): lo condicionado por causas y condiciones.

C. Parinipanna (perfecta): la realidad tal como es, libre de dualidad.

Modelo de la mente 

Asaga y Vasubandhu desarrollaron un mapa de ocho conciencias: Cinco conciencias sensoriales: vista, oído, olfato, gusto y tacto.

Mano-vijñāna: la mente discursiva que coordina lo sensorial.

Kliṣṭa-manas: conciencia egocéntrica que se aferra a un “yo” ilusorio.

Ālaya-vijñāna: “almacén” de conciencia, donde se depositan las huellas kármicas (vāsanās o semillas). Este modelo se acerca a una teoría proto-inconsciente: el ālaya funciona como reservorio de memorias y tendencias latentes, que condicionan la experiencia sin ser conscientes.

 Procesos psicológicos Semillas (bīja): toda acción, pensamiento o emoción deja una huella en el ālaya. Estas semillas germinan en experiencias futuras, explicando hábitos y reacciones. Transformaciones de la conciencia (āśraya-parāvtti): el proceso terapéutico central del Yogācāra es transformar la base misma de la mente, purificando el ālaya de tendencias negativas. Apropiación del yo (ahakāra): el manas distorsiona la experiencia al apropiarse del ālaya como un “yo permanente”.

 Técnicas psicológicas propuestas por Asaga

Meditación analítica (bhāvanā): observar cómo surgen y cesan pensamientos y emociones como representaciones mentales.

Práctica de los seis pāramitās (generosidad, ética, paciencia, esfuerzo, concentración, sabiduría) como entrenamiento de la mente.

Mindfulness de los procesos mentales: análisis detallado de percepciones, emociones y constructos cognitivos.

Contemplación del no-yo (anātman): disolver la apropiación egocéntrica que mantiene el sufrimiento.

Transformación de las ocho conciencias en cuatro sabidurías:

A. Álayavijñāna → sabiduría del espejo.

B. Manas → sabiduría de igualdad.

C. Mano-vijñāna → sabiduría discriminativa.

D. Conciencias sensoriales → sabiduría de la acción.

 Psicología clínica y terapéutica

 El Yogācāra se ocupa de cómo la mente fabrica ilusiones y hábitos. Plantea un modelo semejante al psicoanálisis: inconsciente (ālaya), apropiación egocéntrica (manas), conciencia discursiva (manovijñāna). La “cura” no es solo eliminar síntomas, sino transformar la raíz kármica del psiquismo.

 Aportes comparativos Frente a Buda temprano: Asaga da un lenguaje sistemático y técnico, donde el Buda ofrecía enseñanzas prácticas.

Frente a Patañjali: Yogācāra describe con mayor detalle las capas del inconsciente (semillas, ālaya), mientras que Patañjali se centra en las fluctuaciones mentales (vtti).

Frente a la psicología moderna: Yogācāra anticipa teorías del inconsciente, hábitos, condicionamiento y plasticidad cognitiva.

La psicología de Asaga y Yogācāra enseña que todo lo experimentado es producto de la conciencia; que la mente opera en múltiples niveles, incluyendo un inconsciente profundo (ālaya); y que el entrenamiento psicológico consiste en purificar esas semillas, deshacer la apropiación egocéntrica y transformar la base de la conciencia en sabiduría

Análisis de la mente y de sus procesos

Observación del surgimiento de las representaciones (vijñaptimātra): técnica de reconocer que lo percibido es una construcción mental, no una realidad sólida. 

Discriminación de las tres naturalezas (trisvabhāva): distinguir lo imaginado (parikalpita), lo dependiente de causas (paratantra) y lo perfectamente realizado (pariniṣpanna).

Trabajo con el inconsciente -ālaya-vijñāna que es la función Subconsciente que contiene la Memoria y los Instintos de especie y además la Memoria indirecta de todos los Seres Vivos

Reconocer las semillas (bīja): cada pensamiento, emoción o acción deja huellas en el almacén de la conciencia. La técnica consiste en identificarlas en la experiencia cotidiana.

Purificación de las semillas: cultivar hábitos virtuosos para reemplazar tendencias negativas, mediante repetición y entrenamiento consciente.

Āśraya-parāvṛtti (transformación de la base): técnica central del Yogācāra, que busca transformar radicalmente la conciencia-almacén, hasta liberarla de aflicciones.

Técnicas de meditación y cultivo mental

Samādhi de la claridad: concentración profunda que permite observar cómo las percepciones surgen del flujo de la mente. 

Vipassanā yogācāra: insight que revela la naturaleza ilusoria de la dualidad sujeto–objeto.

Bhāvanā (cultivo): repetición de prácticas de atención, reflexión y visualización, con efecto de “reprogramar” la mente.

Técnicas de regulación emocional y sentimental

Mettā (amor benevolente) y karuṇā (compasión): entrenamientos afectivos para sustituir odio y hostilidad.

Métodos pedagógicos y prácticos

Las seis pāramitās: generosidad, disciplina, paciencia, esfuerzo, concentración y sabiduría, aplicadas como técnicas psicológicas de educación emocional y cognitiva.

Mindfulness de los procesos mentales: observación atenta de percepciones, emociones y pensamientos para desarmar automatismos.

Visualización y contemplación del Bodhisattva: interiorizar cualidades de compasión y sabiduría mediante meditación en arquetipos espirituales.

 Transformación de las funciones de la Mente en sabidurías

Ālaya-vijñāna → sabiduría del espejo: mente pura y receptiva.

Kliṣṭa-manas → sabiduría de igualdad: superación del ego y visión de igualdad de todos los seres.

Mano-vijñāna → sabiduría discriminativa: discernimiento claro sin apego.

Conciencias sensoriales → sabiduría de la acción: interacción compasiva y libre en el mundo.

En síntesis, las técnicas psicológicas de Asaṅga combinan autoobservación profunda, purificación del inconsciente, meditación de concentración e insight, entrenamiento de emociones positivas y una reprogramación completa de la mente a través de hábitos virtuosos.

Upekkhā (ecuanimidad): cultivar equilibrio ante placer y dolor.

Pratipakṣa implícito: ante una emoción o sentimiento negativo, se cultiva su opuesta, reforzando el hábito saludable.

Procesos psicológicos

 1.    Semillas (bīja): toda acción, pensamiento o emoción deja una huella en el ālaya. Estas semillas germinan en experiencias futuras, explicando hábitos y reacciones.

2.  Transformaciones de la conciencia (āśraya-parāvtti): el proceso terapéutico central del Yogācāra es transformar la base misma de la mente, purificando el ālaya de tendencias negativas.

3.    Apropiación del yo (ahakāra): el manas distorsiona la experiencia al apropiarse del ālaya como un “yo permanente”.

Comparativa de escuelas y síntesis clínica. 

El SākhyaŚivaismo de Cachemira - por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

El Sākhya parte de la distinción entre purua (conciencia pura, testigo) y prakti (naturaleza, materia psíquica y cósmica). El sufrimiento humano surge porque el purua se identifica erróneamente con las funciones de la prakti. La liberación llega cuando se comprende que el purua es distinto y libre.

El Sākhya explica la mente a través de los gunas o cualidades fundamentales de la prakti:

Sattva: claridad, equilibrio, conocimiento.

Rajas: movimiento, pasión, deseo.

Tamas: inercia, oscuridad, ignorancia.

Los estados psicológicos dependen del predominio de un gua sobre los otros. Una mente dominada por rajas y tamas queda atrapada en deseo, apego y confusión; una mente dominada por sattva se orienta hacia la liberación.

  Como Técnicas psicológicas el Sākhya emplea:

1.    Viveka (discernimiento): distinguir purua de prakti, conciencia del observador frente a lo observado.

2.    Vairāgya (desapego): reducir el poder de rajas y tamas sobre la mente.

3.    Sattva-śuddhi (purificación de la mente): cultivar claridad, equilibrio y conocimiento.

4.    Contemplación introspectiva: observar cómo manas, ahakāra y buddhi operan sin identificarse con ellos.

Visión terapéutica La psicología del Sākhya entiende el sufrimiento como producto de la confusión ontológica y psicológica entre el sujeto (purua) y los procesos de la mente (prakti). La terapia consiste en la desidentificación progresiva: reconocer que pensamientos, emociones e incluso la inteligencia son parte de la naturaleza, no del ser consciente. Al establecer esta separación, la mente se pacifica y el purua se libera.

La psicología de Kapila y el Sākhya ofrece un modelo tripartito del aparato mental (manas, ahakāra, buddhi), lo integra con las fuerzas dinámicas de los guas, y propone como técnica central el discernimiento entre conciencia y mente. Es una psicología introspectiva, orientada a la liberación, y constituye la base de toda la psicología del yoga clásico.

La psicología de Abhinavagupta y de la escuela del Śivaismo de Cachemira (siglos X–XI d.C.) es una de las más ricas y sofisticadas de la India. No solo estudia la mente como instrumento de liberación, sino que también integra la experiencia estética, las emociones y la espiritualidad en una visión unitaria de la conciencia.

 Enfoque general -El Śivaismo de Cachemira es un sistema no dualista (advaita), donde la conciencia suprema (Śiva) es la realidad última. La mente humana no es algo separado, sino una manifestación de esa conciencia universal. El problema psicológico no es la existencia del ego, sino la ignorancia de la verdadera identidad con la conciencia universal.

Aparato mental según Abhinavagupta 

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

La mente es entendida como expresión de la energía de la conciencia (śakti) en diferentes niveles:

   Citta: el campo mental ordinario.

   Manas: la función que selecciona e interpreta impresiones.

   Ahakāra: la apropiación personal, el sentido de yo.

   Buddhi: la inteligencia discriminativa.

   Śuddha-vidyā: el nivel superior de conocimiento puro, donde el yo se reconoce como conciencia universal.

Abhinavagupta describe un continuo que va desde la mente limitada hasta la conciencia infinita.

 Psicología dinámica: el Spanda

El concepto central es spanda, la “vibración” o “pulsación” de la conciencia. Toda experiencia, incluso mental o emocional, es un movimiento de esta vibración. La psicología no consiste en reprimir emociones, sino en reconocer su naturaleza vibratoria como energía de la conciencia.

 Emociones y estética (rasa)

Abhinavagupta desarrolla una psicología de las emociones a través de su teoría estética:

   Las emociones ordinarias (amor, miedo, furia, compasión, heroísmo, asombro, etc.) son vistas como formas limitadas de la vibración de la conciencia.

   El arte y la poesía permiten transformar emociones individuales en experiencias universales de rasa (saboreo estético).

   Esta universalización es terapéutica: libera de la identificación personal y conduce a la experiencia espiritual.

 Técnicas psicológicas del Śivaismo de Cachemira

1.    Pratyabhijñā (reconocimiento): técnica central. El practicante observa los procesos de su mente hasta reconocer que el sujeto limitado es en realidad conciencia universal.

2.    Vimarśa (reflexión consciente): práctica de autoindagación para reconocer el carácter luminoso de cada experiencia.

3.    Spanda-sādhana: atención a la vibración interior de la conciencia, en silencio, respiración, emoción o sonido.

4.    Uso de las emociones: en lugar de suprimirlas, se medita en ellas hasta que se revelan como energía de Śiva.

5.    Estética como vía espiritual: la contemplación del arte, la danza o la poesía se usa como técnica psicológica de expansión de la conciencia.

 Visión terapéutica

La psicología de Abhinavagupta entiende que el sufrimiento surge de la contracción de la conciencia en la individualidad. La terapia consiste en expandir la experiencia mental y emocional, reconociendo su raíz en la conciencia suprema.

El resultado es un estado de libertad (svātantrya) y gozo (ānanda), donde las emociones se transfiguran en sabiduría.

La psicología del Śivaismo de Cachemira y de Abhinavagupta no se centra en suprimir la mente o en anular el ego, sino en reconocer que todo proceso mental, cognitivo y emocional es una manifestación de la conciencia divina. Sus técnicas psicológicas combinan introspección, meditación vibratoria, autoindagación y estética, dando lugar a un sistema que integra mente, arte y espiritualidad en una sola ciencia de la conciencia.

Psicología de Vasubandhu hermano de Asaga, figura clave del budismo y de la escuela Yogācāra, además de ser el gran comentarista del Abhidharma.

 

Técnicas psicológicas en Vasubandhu 

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Análisis introspectivo (vipaśyanā): observar los factores mentales en su surgimiento y cese.

Meditación en la impermanencia (anicca): entrenar la mente para reconocer que todo estado mental es transitorio y condicionado.

Atención plena (smti): cultivar la observación continua de los procesos internos.

Purificación del inconsciente (ālaya): sembrar semillas saludables mediante hábitos virtuosos y meditación, eliminando las tendencias negativas.

Desidentificación del yo (anātman): contemplar la ausencia de un yo sustancial en el flujo de conciencia.

 Visión terapéutica

Para Vasubandhu, la mente es plástica y transformable. El sufrimiento surge cuando las semillas kármicas y los factores no saludables dominan el flujo mental. La terapia consiste en observar, purificar y reprogramar la conciencia, hasta lograr un flujo libre de ignorancia, odio y apego. El resultado es una mente clara, compasiva y sabia, orientada a la liberación.

El programa MBSR

El MBSR es un protocolo de ocho semanas originalmente diseñado para pacientes con dolor crónico y estrés. Combina ejercicios de yoga suave que permiten reconectar con el cuerpo, prácticas de meditación mindfulness que cultivan la atención plena, el escáner corporal o body scan que consiste en recorrer con la conciencia todo el cuerpo, y técnicas de respiración consciente.

La finalidad no es eliminar el dolor, sino transformar la relación con él, aprendiendo a responder en lugar de reaccionar.

La propuesta psicológica de Kabat-Zinn sostiene que el sufrimiento no proviene únicamente del dolor físico, sino de la reacción automática de la mente frente al dolor y el estrés. La práctica de mindfulness enseña a observar pensamientos, emociones y sensaciones sin identificarse con ellos. El eje es cultivar aceptación, presencia y compasión, rompiendo los ciclos de ansiedad, tensión y sufrimiento emocional.

Las investigaciones Kabat-Zinn mostraron que el MBSR reduce la ansiedad y la depresión, fortalece el sistema inmune, disminuye la inflamación, mejora la regulación emocional mediante cambios observables en el cerebro y aumenta la calidad de vida en pacientes con cáncer, enfermedades cardíacas y dolor crónico. Aunque Kabat-Zinn no usa la palabra yogaterapia, su propuesta puede considerarse una forma moderna de ella. Integra asana y prāāyāma de manera sencilla, utiliza la meditación como terapia cognitiva y emocional, y convierte la práctica del yoga en un recurso clínico y científico, accesible a cualquier paciente, sin necesidad de adoptar una religión o filosofía oriental.

La yogaterapia de Kabat-Zinn, aunque no nombrada como tal, representa un puente entre el yoga, la meditación budista y la medicina científica. Su psicología terapéutica se centra en la atención plena, la aceptación consciente del dolor y la reeducación de la mente y el cuerpo. De esta manera transformó el yoga en un lenguaje clínico universal, validado científicamente y aplicable en hospitales, escuelas y empresas en todo el mundo.

PsicosomatoNoología Deportiva y preparación integral

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

La preparación adecuada para la competencia no puede reducirse solamente al entrenamiento físico. Supone un proceso integral donde la actitud emocional, el control sentimental, la aspiración anímica, la concentración mental, la atención consciente, la respiración ejecutada correctamente, la implementación de la estrategia y la aplicación de la táctica, junto con la rigurosa observancia de las reglas técnicas de ejecución y de las normas culturales, sociales y deportivas, se convierten en los verdaderos medios para alcanzar los resultados buscados. Competir no es simplemente demostrar fuerza o velocidad, sino desplegar una totalidad armónica del ser humano, donde lo físico se funde con lo mental, lo sentimental y lo espiritual.

En este sentido, los deportes pueden clasificarse en distintos grupos que marcan diferencias esenciales en las exigencias psicofísicas y noológicas

Pero más allá de lo técnico y lo fisiológico, lo decisivo sigue siendo la preparación mental, sentimental y espiritual. La estrategia y la táctica, la motivación, la inteligencia emocional y la inteligencia sentimental constituyen la base de la victoria.

El competidor debe integrar sus motivaciones personales con las competitivas, organizar esquemas estratégicos comprensibles y aplicar sus capacidades de adaptación frente al adversario.

La preparación espiritual — entendida como el desarrollo de la inteligencia emocional, sentimental y afectiva— es indispensable para regular las emociones en el presente y transformarlas en sentimientos positivos que fortalezcan la conducta. Estas capacidades no surgen espontáneamente, sino que pueden entrenarse mediante técnicas cognitivas, psicocorporales y espirituales, elaboradas desde la PsicosomatoNoología Deportiva.

En definitiva, no hay preparación física plena sin preparación mental, sentimental y espiritual. La PsicosomatoNoología Deportiva, que Maitreyananda propuso y enseño en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo en 1993, es precisamente este camino integrador, donde cuerpo, mente y espíritu se entrenan de manera conjunta, permitiendo que el atleta afronte la competencia no solo como un desafío físico, sino como una experiencia total de autorrealización y de superación en todos los planos de su existencia.

Uno de los ejes centrales es comprender al deportista como un sistema psicosomatonoológico integral, donde mente, cuerpo y espíritu se encuentran entrelazados.

No basta con mejorar la fuerza, la velocidad o la resistencia; es indispensable también entrenar la concentración, la autoconfianza, la regulación emocional y la motivación profunda. Por ello, Singer y sus colaboradores hacen hincapié en el rol de las técnicas psicológicas que se deben aplicar en el proceso de entrenamiento y en la competición, entendiendo que el rendimiento máximo solo es posible cuando el atleta logra la integración de todas sus dimensiones.

Entre las técnicas más importantes que se destacan se encuentran, en primer lugar, las técnicas de control de la activación. Aquí entran la relajación progresiva, la respiración controlada y el biofeedback, que permiten al atleta modular su nivel de tensión fisiológica para adecuarlo a las exigencias de la prueba.

El exceso de ansiedad puede arruinar la ejecución más entrenada, mientras que una activación demasiado baja genera apatía y falta de reacción. Por ello, el psicólogo del deporte debe enseñar al atleta a reconocer su propio nivel óptimo de activación y dotarlo de recursos para alcanzarlo en el momento preciso.

Otro grupo fundamental de técnicas abordadas en este manual son las estrategias de concentración y atención. El deporte exige focalización en lo esencial, inhibiendo estímulos irrelevantes y gestionando las distracciones internas (pensamientos, emociones) y externas (ruido del público, adversario, arbitraje).

La práctica de rutinas precompetitivas, la atención selectiva y el entrenamiento en mindfulness son herramientas que fortalecen esta dimensión. El manual insiste en que la atención es entrenable de la misma forma que los músculos, y que sin dominio de la concentración es imposible alcanzar un rendimiento sostenido.

 Tipologías de deportes y exigencias noológicas

 El primer grupo corresponde a las disciplinas clínicas, como la natación, el remo, el ciclismo o las carreras, donde predomina el trabajo cíclico y de resistencia.

El segundo grupo lo forman las disciplinas de velocidad y fuerza, como los saltos o lanzamientos, donde la potencia explosiva es decisiva.

Un tercer grupo se compone de disciplinas cíclicas que exigen coordinación y plasticidad, como el patinaje artístico, la gimnasia deportiva, el yoga artístico deportivo, la danza deportiva, la aeróbica o los saltos ornamentales

El cuarto grupo incluye las disciplinas de combate, como el boxeo y las luchas en sus diversas modalidades

Un quinto grupo lo constituyen los juegos deportivos colectivos, desde el fútbol hasta el waterpolo

El sexto grupo abarca las disciplinas combinadas como el pentatlón o el decatlón

El séptimo grupo corresponde a los deportes mentales, como el ajedrez, las damas, el go o el bridge

El octavo se refiere a los deportes mecánicos de concentración, como el motociclismo y el automovilismo

Finalmente, el noveno grupo está compuesto por los deportes de concentración pura, como el tiro con arco o el tiro al blanco

Motivación y clima psicológico (Weinberg & Gould, Dosil, Cox, Singer 

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Para los autores Weinberg & Gould La motivación fluctúa según el contexto social, la historia personal del deportista, los objetivos trazados y las metas a corto o largo plazo. Se subraya que la motivación no puede reducirse al simple “deseo de ganar”, pues está atravesada por la percepción del sentido del esfuerzo, por la relación con los demás y por el reconocimiento obtenido. 

Este enfoque permite al entrenador y al psicólogo deportivo intervenir no solo reforzando la voluntad del atleta, sino también creando un clima motivacional adecuado que estimule la autoconfianza y el compromiso.  Los autores muestran que  la presión de la competencia puede convertirse tanto en motor como en obstáculo. La ansiedad, lejos de ser un simple enemigo, puede actuar como estímulo cuando se la canaliza adecuadamente, pero se vuelve destructiva cuando sobrepasa los umbrales de control del deportista. Para abordar esto,se presentan técnicas que van desde la relajación progresiva y la respiración controlada, hasta la visualización mental y la reestructuración cognitiva

Aquí la psicología del deporte se funde con la psicosomática: lo mental, lo corporal y lo emocional se revelan como partes de un mismo sistema. La ansiedad no es solo un pensamiento, sino también una tensión muscular, una alteración de la respiración y un desajuste del equilibrio afectivo.

Otro aporte es el estudio de la cohesión grupal y la dinámica de equipos. El rendimiento colectivo no puede explicarse solamente por la suma de talentos individuales. Weinberg y Gould sostienen que el éxito deportivo es inseparable de la calidad de las relaciones humanas dentro del equipo: la confianza, la comunicación, la solidaridad y la claridad en los roles son factores decisivos. En este punto, la psicología del deporte se acerca a la sociología y a la antropología, pues muestra cómo el equipo funciona como una microsociedad en la que los vínculos y las normas compartidas definen los resultados tanto como la técnica o la preparación física.

Weinberg y Gould enfatizan que el coach no es solamente un estratega técnico, sino un educador emocional y mental. Su estilo de liderazgo, su manera de transmitir mensajes y su capacidad de generar confianza son determinantes. El entrenador no solo dirige ejercicios, sino que moldea actitudes, regula climas emocionales y contribuye al desarrollo espiritual y humano del deportista. Es asi que se hace evidente que el deporte es también un espacio pedagógico donde se forman valores, se fortalecen personalidades y se consolidan identidades. 

La preparación psicológica, según los autores, es parte esencial del entrenamiento. El deportista debe aprender a construir rutinas precompetitivas, a organizar sus pensamientos, a manejar su atención y a sostener la concentración en medio de la presión. Las técnicas propuestas —establecimiento de metas, autoinstrucciones, visualización, control del arousal— se convierten en herramientas prácticas que, aplicadas con disciplina, marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso.

El planteo de Weinberg y Gould incluye también al ejercicio físico cotidiano, a la actividad recreativa y al deporte amateur. El bienestar psicológico, el control del estrés, la autoestima y la socialización son beneficios que la práctica deportiva ofrece a cualquier persona.  Por eso, estudiar la psicología del deporte es, estudiar la psicología del ser humano en acción, enfrentando desafíos y buscando superar sus límites.

Dosil entiende que la psicología del deporte no debe limitarse a la explicación teórica de fenómenos mentales, sino que debe constituirse como una herramienta de intervención capaz de mejorar el rendimiento, la motivación, la confianza, la concentración y la capacidad de afrontamiento de los atletas en las situaciones de mayor presión. Esta orientación práctica y aplicada conecta directamente con la visión de Maitreyananda de la PsicosomatoNoología deportiva: una psicología que no se queda en las abstracciones, sino que busca transformar la vida emocional y espiritual del atleta para que su cuerpo responda de acuerdo con lo que su mente y su espíritu proyectan.

La obra se estructura en torno a tres ejes fundamentales: la psicología de la actividad física entendida como promotora de salud, la psicología aplicada al rendimiento deportivo, y la psicología como recurso terapéutico frente a los problemas que pueden surgir de la práctica. Dosil concibe la psicología no solo como ciencia de alto rendimiento, sino también como disciplina de bienestar y equilibrio integral. Esta visión amplia es clave porque rompe con la falsa dicotomía entre deporte y salud mental: un atleta no es únicamente un competidor, sino también un ser humano que necesita sostener su motivación, regular sus emociones y encontrar un sentido profundo en lo que hace.

Dosil expone que no existen fórmulas mágicas sino procesos que deben trabajarse a lo largo del tiempo. La motivación es interna y externa, depende tanto de los impulsos afectivos del individuo como del clima social que lo rodea. El entrenador, se convierte en un mediador psicológico.Su función consiste en alinear las metas personales con los objetivos colectivos, dar sentido al esfuerzo cotidiano y generar un clima de confianza. 

Otro tema central es el control de la ansiedad y del estrés competitivo. Dosil desarrolla técnicas de intervención que buscan regular los niveles de activación fisiológica y emocional del deportista. La respiración consciente, la relajación progresiva, el entrenamiento autógeno y las técnicas de imaginación son presentadas como recursos que permiten al atleta transformar la ansiedad en energía positiva. Segun Maitreyananda, estas técnicas no solo tienen un efecto mental, sino también espiritual, porque conducen al atleta a un estado de confianza serena donde el cuerpo y la mente se alinean con un propósito superior.

La concentración y la atención ocupan un lugar privilegiado en la obra. Dosil sostiene que el deportista debe aprender a discriminar lo relevante de lo irrelevante, a dirigir sus recursos cognitivos hacia lo esencial en cada momento de la competencia. Este entrenamiento atencional es una de las claves del rendimiento deportivo moderno, porque en un entorno saturado de estímulos el éxito no depende únicamente de la fuerza o de la técnica, sino de la capacidad de focalizarse en lo verdaderamente importante. El control de la atención es también, una práctica espiritual, porque supone entrenar la presencia en el aquí y el ahora, evitando que la mente se disperse entre las distracciones del pasado y las expectativas del futuro.

La obra también hace referencia al papel de la cohesión de equipo y del liderazgo deportivo. La psicología no trabaja solamente sobre el individuo, sino sobre los vínculos, las dinámicas grupales y los climas emocionales que se generan en torno a la competencia. Un equipo que no esta unido puede tener grandes talentos, pero carecer de resultados; en cambio, un grupo unido y motivado puede superar sus limitaciones técnicas gracias a la fuerza de la confianza mutua y la solidaridad. Aquí radica una lección fundamental: el deporte no es únicamente un escenario de logros individuales, sino también una escuela de comunidad y de cooperación.

Dosil analiza el papel de la psicología frente a las lesiones deportivas, el abandono, el burnout y los problemas emocionales que surgen del esfuerzo sostenido y de las presiones externas. Este enfoque es importante porque reconoce que el deporte, aunque fuente de salud y bienestar, también puede ser un terreno fértil para la frustración, la ansiedad y la depresión. La psicología del deporte, entonces, debe ser también una psicoterapia del deportista, capaz de ofrecer recursos de afrontamiento, resiliencia y readaptación.

Cox se centra especialmente en los enfoques cognitivos-conductuales, y esta orientación se convierte en su columna vertebral. Cox entiende que la conducta deportiva no es un simple reflejo de impulsos instintivos ni una expresión de fuerzas inconscientes, sino el resultado de la interacción constante entre pensamientos, emociones y conductas observables. esencialmente aporta que el deportista no es solo un cuerpo entrenado ni una mente cargada de presiones, sino un ser humano que interpreta, evalúa y reelabora cada situación en función de sus creencias, motivaciones y expectativas. En este sentido, el modelo cognitivo-conductual que Cox defiende es una vía de intervención que permite modificar esquemas de pensamiento desadaptativos y transformarlos en recursos positivos para la competencia.

Entre los temas centrales que aborda, la motivación ocupa un lugar privilegiado. Cox presenta la motivación como un proceso dinámico que puede incrementarse o disminuir en función de variables internas y externas. La motivación intrínseca —el placer de superarse, el gusto por la actividad en sí misma— se muestra como el motor más poderoso y duradero. Sin embargo, el autor no descuida la motivación extrínseca, ligada a premios, reconocimiento y logros sociales, que si bien puede ser menos estable, constituye en muchos casos el primer impulso hacia la práctica deportiva. Lo interesante es que Cox ofrece estrategias concretas para fortalecer ambas dimensiones, insistiendo en que la verdadera tarea del psicólogo y del entrenador es generar un clima que estimule la autodeterminación y la autoconfianza del atleta.

Desarrolla también el papel de la ansiedad y el estrés competitivo, analizando sus efectos fisiológicos y psicológicos en el rendimiento. Cox explica que la ansiedad no es necesariamente negativa, sino que puede convertirse en un estímulo de activación que moviliza energías y enfoca la atención. El problema surge cuando los niveles son excesivos y la activación se transforma en tensión paralizante. Aquí entran en juego las técnicas de intervención: la relajación progresiva, el control de la respiración, la auto instrucción positiva, la visualización y la práctica de rutinas precompetitivas. Estas herramientas, al mismo tiempo simples y profundas, muestran que el entrenamiento mental es tan indispensable como el físico, y que el control de la ansiedad no es un lujo sino una necesidad para el atleta que busca rendir bajo presión.

Cox señala que el deportista debe aprender a focalizar su atención en los estímulos relevantes y a bloquear las distracciones internas y externas. La concentración no es un don, sino una habilidad que se entrena mediante ejercicios sistemáticos. Propone técnicas de focalización, entrenamiento en señales internas y externas, y rutinas atencionales que permiten mantener la mente centrada en la tarea aun en contextos adversos. Esta lectura se enlaza con la visión de Maitreyananda, de que la atención consciente es también un acto espiritual: estar presente en el aquí y ahora, sin perderse en las sombras del pasado ni en las proyecciones ansiosas del futuro. La cohesión grupal y el liderazgo son tratados con una mirada equilibrada entre lo teórico y lo aplicado. Cox entiende que el equipo deportivo no es la mera suma de talentos individuales, sino un entramado emocional y motivacional que necesita ser trabajado psicológicamente. Los ejercicios de integración, el fortalecimiento de la comunicación y la construcción de roles claros son presentados como técnicas que transforman al grupo en una unidad funcional. Esta visión, más allá del rendimiento, rescata la dimensión humana del deporte como espacio de cooperación y de desarrollo comunitario.

Singer Uno de los ejes centrales que plantea este es la necesidad de comprender al deportista como un sistema psicosomatonoológico integral, donde mente, cuerpo y espíritu se encuentran entrelazados. No basta con mejorar la fuerza, la velocidad o la resistencia; es indispensable también entrenar la concentración, la autoconfianza, la regulación emocional y la motivación profunda. Singer hace hincapié en el rol de las técnicas psicológicas que se deben aplicar en el proceso de entrenamiento y en la competición, entendiendo que el rendimiento máximo solo es posible cuando el atleta logra la integración de todas sus dimensiones. Entre las técnicas más importantes que se destacan, en primer lugar, las técnicas de control de la activación. Aquí entran la relajación progresiva, la respiración controlada y el biofeedback, que permiten al atleta modular su nivel de tensión fisiológica para adecuarlo a las exigencias de la prueba. El exceso de ansiedad puede arruinar la ejecución más entrenada, mientras que una activación demasiado baja genera apatía y falta de reacción. Por ello, el psicólogo del deporte debe enseñar al atleta a reconocer su propio nivel óptimo de activación y dotarlo de recursos para alcanzarlo en el momento preciso.

Otro grupo fundamental de técnicas abordadas, son las estrategias de concentración y atención. El deporte exige focalización en lo esencial, inhibiendo estímulos irrelevantes y gestionando las distracciones internas (pensamientos, emociones) y externas (ruido del público, adversario, arbitraje). La práctica de rutinas precompetitivas, la atención selectiva y el entrenamiento en mindfulness son herramientas que fortalecen esta dimensión.  insiste en que la atención es entrenable de la misma forma que los músculos, y que sin dominio de la concentración es imposible alcanzar un rendimiento sostenido.

La motivación ocupa un lugar privilegiado. Singer y sus colegas retoman tanto la teoría de la motivación intrínseca como la extrínseca, pero insisten en que el verdadero motor de la excelencia deportiva surge de la motivación interna, del deseo de superación y de la experiencia de disfrute en el propio acto de competir. Aquí aparecen técnicas como el establecimiento de metas, donde se aconseja formular objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (modelo SMART). Sin embargo, el libro amplía este marco, subrayando la importancia de que las metas no solo sean externas (ganar, lograr un récord), sino también internas (superar el miedo, perfeccionar una técnica, alcanzar un estado de flujo).

Hace tambien un desarrollo profundo sobre las técnicas de visualización e imaginación motora. El atleta aprende a anticipar mentalmente la ejecución de un movimiento, reproduciendo con lujo de detalles las sensaciones, los gestos y el entorno competitivo. Esta técnica, que ha sido utilizada en la preparación olímpica de numerosos países, es considerada en el manual como una de las más efectivas para consolidar patrones técnicos y generar confianza antes de la competición. La visualización no es fantasía; es práctica mental que graba en la memoria corporal los movimientos a ejecutar. En lo que respecta al entrenamiento de la autoconfianza, el manual ofrece numerosas estrategias. Una de ellas es la reestructuración cognitiva, que busca reemplazar pensamientos negativos o anticipaciones catastróficas por afirmaciones positivas y realistas. Otra es el refuerzo del diálogo interno, mediante frases breves que el deportista se repite para sostener su concentración y confianza. Se señala que la autoconfianza no es una condición innata, sino el resultado de un trabajo constante, y que la tarea del psicólogo deportivo es enseñar al atleta a construirse un discurso interno que lo fortalezca en lugar de debilitarlo.

Singer, Hausenblas y Janelle también dedican especial atención a las dinámicas de equipo y liderazgo deportivo. La psicología aplicada al deporte no se limita al individuo, sino que comprende también el estudio de la cohesión grupal, el liderazgo del entrenador, la comunicación entre jugadores y la resolución de conflictos. Aquí se introducen técnicas de role-playing, dinámicas de cooperación y programas de fortalecimiento de la identidad grupal. Un equipo cohesionado puede compensar carencias individuales y transformar la suma de esfuerzos en una fuerza colectiva superior.

Es interesante destacar que no descuida el plano emocional y espiritual del deportista. Se deja en claro que la gestión de las emociones profundas, el sentido del esfuerzo y la búsqueda de trascendencia son factores determinantes en el rendimiento.

Puentes con la psicología budista y terapias de tercera ola  (Kalupahana, Tirch, Kornfield)

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

 David J. Kalupahana, en su libro Los Principios de la Psicología Budista, realiza un esfuerzo para situar al budismo dentro de la tradición psicológica universal, mostrando que el pensamiento del Buda fue desde sus orígenes un estudio científico de la mente y no una especulación religiosa. Este enfoque es esencial, porque muchas veces la psicología budista ha sido reducida a un conjunto de creencias místicas o a una filosofía oriental difícil de integrar en el marco de la psicología moderna. Kalupahana se encarga de demostrar lo contrario: que la enseñanza del Buda anticipa categorías psicológicas, modelos de conducta y técnicas de intervención que recién en el siglo XX fueron reconocidas y sistematizadas en Occidente.

El punto de partida de Kalupahana es el rechazo del concepto de alma como sustancia eterna. El Buda, en el siglo VI a.C., se aparta de la visión brahmánica que concebía el ātman inmutable. Para él, lo que llamamos “yo” no es más que un agregado de procesos condicionados: forma, sensación, percepción, formaciones mentales y conciencia. Estos cinco skandhas conforman la ilusión de identidad, pero cada uno de ellos es impermanente, cambiante, vacío de esencia propia.

De este modo, la psicología budista se constituye como una ciencia de procesos y no de entidades. Este punto, tiene consecuencias directas en la práctica clínica: no se trata de curar un “alma” dañada, sino de comprender y transformar procesos psíquicos y emocionales que producen sufrimiento.

Kalupahana sitúa el centro de esta psicología en la ley de la causalidad (pratītya-samutpāda). Ningún estado mental aparece sin causas, ni se sostiene sin condiciones. La ira, la envidia, el apego, la tristeza, son efectos de causas identificables, y al modificarlas se modifica también la experiencia subjetiva. Este principio causal es lo que convierte a la psicología budista en un método de liberación: no basta con describir los síntomas, como hizo en parte la psiquiatría clásica, sino que es necesario rastrear sus causas y romper la cadena de condiciones que los sostienen. Así, la psicología budista es intrínsecamente terapéutica y no especulativa.

Uno de los grandes aportes de Kalupahana es resaltar la teoría budista de las emociones. El Buda no condena la ira, el deseo o el miedo como “pecados” ni como fallas morales, sino que los concibe como estados condicionados. Esto significa que pueden observarse, comprenderse y transformarse. El practicante no debe culparse por experimentar celos o resentimientos, sino observar su origen y permitir que se disuelvan. La técnica para ello es la meditación, en sus dos formas fundamentales: samatha, o calma mental, y vipassanā, o visión profunda. Samatha entrena la mente en la atención concentrada, reduciendo la dispersión y generando serenidad. Vipassanā, por su parte, permite ver la naturaleza impermanente y vacía de los fenómenos mentales, logrando una desidentificación progresiva de los pensamientos y emociones.

Kalupahana sostiene que esta psicología está en la raíz del mindfulness moderno. La atención plena (sati) es la capacidad de observar pensamientos, emociones y sensaciones corporales sin apego ni rechazo, reconociendo su surgimiento y desaparición.

En la práctica clínica contemporánea, esta técnica se ha convertido en el núcleo de terapias como la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT) o la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). La diferencia es que, mientras en Occidente estas terapias buscan reducir síntomas y mejorar la calidad de vida, en el budismo el objetivo último es la liberación del sufrimiento existencial.

El autor también dedica atención al Abhidhamma, el gran tratado sistematizador del budismo temprano. Allí se encuentran clasificaciones de los estados mentales: pensamientos sanos, insanos, neutrales, factores mentales constructivos y destructivos, emociones aflictivas y emociones positivas. Este mapa de la mente, que anticipa de algún modo los manuales diagnósticos modernos, permite al practicante identificar con precisión qué tipo de estado está experimentando y cómo trabajarlo. Para Kalupahana, el Abhidhamma es una verdadera psicología experimental, que observa la mente con la misma rigurosidad que un científico observaría un fenómeno físico.

En cuanto a la motivación, Kalupahana explica que el ser humano está movido por el deseo (tanhā), que puede ser deseo de placer, de existencia o de no existencia. Estos deseos generan apego y, en consecuencia, sufrimiento. Pero el deseo no es en sí mismo negativo: existe un deseo positivo, el chanda, que es la aspiración a la verdad, al bienestar y a la liberación. La psicología budista, entonces, no suprime la motivación, sino que la transforma: de un impulso egoísta a un impulso compasivo y altruista. Esta enseñanza es fundamental para la psicología del deporte y la psicología clínica modernas, pues demuestra que la motivación puede ser entrenada y redirigida.

Otro punto esencial que resalta Kalupahana es la noción de plasticidad mental. La mente no es rígida, sino moldeable. Así como un hábito nocivo puede arraigarse y perpetuar el sufrimiento, un hábito saludable puede cultivarse hasta convertirse en una cualidad estable. Esta es la base de la práctica budista de las brahmavihāras: amor benevolente (metta), compasión (karuā), alegría empática (muditā) y ecuanimidad (upekkhā). Estas prácticas son técnicas psicológicas concretas para sustituir emociones negativas por positivas, entrenando la mente en la dirección del bienestar.

Kalupahana insiste en que el budismo no es una religión dogmática, sino un método de autoconocimiento. A diferencia de otros sistemas, no se basa en revelaciones divinas ni en mandamientos externos, sino en la experiencia directa. El Buda invitaba siempre a sus discípulos a comprobar por sí mismos sus enseñanzas, a no aceptar nada por autoridad ni tradición. En este sentido, la psicología budista es profundamente empírica y fenomenológica.

Finalmente, Kalupahana establece un puente con la psicología moderna. Señala que la distinción budista entre lo que pensamos y lo que somos, entre el discurso de la mente y la realidad de la experiencia, anticipa lo que Freud descubrió siglos después al distinguir entre lo consciente y lo inconsciente. También encuentra afinidades con el existencialismo, en la medida en que ambos reconocen la angustia como parte constitutiva de la vida humana. Pero subraya la diferencia: mientras el existencialismo a menudo se queda en la descripción de la angustia, el budismo ofrece una salida práctica a través del entrenamiento mental y emocional.

En conclusión, Los Principios de la Psicología Budista de David J. Kalupahana demuestra que el budismo no es sólo religión ni filosofía, sino una verdadera psicología práctica. Sus aportes en el análisis de las emociones, en la comprensión de la motivación, en el diseño de técnicas de observación y transformación de la mente, lo convierten en una fuente inagotable de inspiración para la psicología contemporánea. Desde la clínica hasta el deporte, desde la terapia hasta la vida cotidiana, la psicología budista enseña que el ser humano no es lo que piensa ni lo que hace, sino lo que siente y lo que cultiva conscientemente en su interior. El legado del Buda, leído a través de Kalupahana, nos recuerda que la libertad se conquista en el corazón de la experiencia psicológica misma, allí donde surge y desaparece el sufrimiento.

El libro Psicología Budista y Práctica Cognitivo-Conductual de Dennis Tirch es una obra  para comprender la convergencia entre la antigua sabiduría budista y las terapias contemporáneas de tercera ola, en especial el Mindfulness, la Terapia de Compasión y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). Tirch muestra cómo la meditación budista y sus técnicas de autoconocimiento encuentran un correlato científico y clínico en los desarrollos de la psicología cognitiva moderna.

El punto de partida del autor es claro: la mente humana es capaz de generar sufrimiento innecesario a partir de sus propios procesos de pensamiento, en forma de preocupaciones obsesivas, autoexigencia desmedida, vergüenza, miedo y desesperanza. En este terreno, la psicología budista coincide con la psicología cognitiva en identificar al pensamiento como causa y sostén del malestar. Sin embargo, mientras que la psicología cognitivo-conductual clásica se centraba en reestructurar cogniciones y reemplazar pensamientos disfuncionales, el budismo propone una vía distinta: observar los pensamientos sin identificarse con ellos.

Para Tirch la mayor contribución budista: el concepto de desidentificación cognitiva. El practicante aprende a ver los pensamientos como meras formaciones mentales transitorias, no como verdades absolutas ni como reflejo fiel del yo. Esta capacidad de observar sin apego ni rechazo es la esencia del mindfulness (sati), que en la clínica se traduce como una herramienta poderosa para reducir ansiedad, depresión y rumiación. En lugar de luchar contra el contenido del pensamiento, el paciente aprende a relacionarse de manera diferente con él, generando distancia, aceptación y libertad.

Otro aspecto que rescata de la psicología budista es el cultivo sistemático de compasión (karuā). Mientras que muchas terapias tradicionales se enfocaban en corregir síntomas, la compasión es vista aquí como una fuerza transformadora que humaniza la experiencia clínica. La compasión hacia uno mismo rompe el ciclo de autocrítica y vergüenza, mientras que la compasión hacia los demás amplía el horizonte del yo, creando un sentido de pertenencia y conexión. Tirch sostiene que esta práctica, lejos de ser un simple añadido espiritual, es un pilar terapéutico tan esencial como la reestructuración cognitiva o la exposición conductual.

La obra se detiene también en la ACT (Acceptance and Commitment Therapy), mostrando sus raíces implícitas en el budismo. El núcleo de ACT es aceptar la experiencia presente sin lucha, comprometerse con valores significativos y actuar en consecuencia. Esto coincide con la enseñanza budista de que la resistencia al sufrimiento lo intensifica, mientras que la aceptación lúcida abre la posibilidad de transformación. El terapeuta no propone eliminar el dolor, sino acompañarlo con presencia y claridad, para que deje de ser un enemigo y se convierta en maestro.

Tirch introduce además un análisis detallado de las emociones desde ambas perspectivas. En el budismo, las emociones perturbadoras (kleshas) son producto de la ignorancia fundamental de creer en un yo fijo e independiente. En la psicología cognitiva, las emociones negativas derivan de interpretaciones distorsionadas y esquemas disfuncionales. Al unir estas visiones, el autor plantea que trabajar con las emociones no es simplemente neutralizarlas, sino aprender a convivir con ellas y transformarlas en energía de crecimiento. La ira, por ejemplo, puede ser reconducida hacia la firmeza y la determinación; la tristeza puede abrir un camino hacia la empatía; el miedo puede ser una invitación a la valentía.

El aporte más innovador del libro es quizás el concepto de “mente compasiva”. Tirch explica que, así como el mindfulness entrena la atención, la compasión entrena la actitud. Esta mente compasiva es un modo de conciencia que reduce la activación del sistema de amenaza (ansiedad, alerta, tensión) y fortalece el sistema de calma y seguridad (equilibrio, afecto, confianza). 

El libro no se limita a la teoría: ofrece técnicas concretas de intervención. Entre ellas se destacan los ejercicios de respiración consciente, las meditaciones guiadas de bondad amorosa (metta), las visualizaciones compasivas, las prácticas de atención al cuerpo (body scan), y los métodos de observación del pensamiento como si fueran hojas que flotan en un río o nubes que cruzan el cielo. Todas estas herramientas buscan un mismo objetivo: que el paciente aprenda a relacionarse con su experiencia interna de una manera menos rígida, menos crítica y más flexible.

Tirch enfatiza que esta integración de psicología budista y práctica cognitivo conductual no es una moda pasajera, sino un cambio de paradigma. La psicología de tercera ola se aparta del modelo médico centrado en la enfermedad y avanza hacia un modelo existencial y humanista, donde lo importante no es curar síntomas sino enseñar a vivir con plenitud. El sufrimiento no desaparece por completo, pero deja de ser un obstáculo para convertirse en un camino de aprendizaje.

Otro punto que el autor desarrolla con gran claridad es la motivación. La motivación en la psicología budista no se basa en la búsqueda de placer ni en la evitación del dolor, sino en el anhelo de liberación y compasión. Tirch sostiene que, en la clínica, esta motivación se traduce en ayudar al paciente a descubrir valores profundos que den sentido a su vida. Cuando la motivación se orienta hacia el servicio, la creatividad o la conexión, el sufrimiento deja de percibirse como un enemigo y se convierte en un aliado en la construcción de significado.

En términos técnicos, Tirch plantea que la integración entre psicología budista y terapias cognitivo-conductuales exige también un cambio en la posición del terapeuta. Ya no se trata de un experto que diagnostica y corrige, sino de un acompañante que modela con su propia actitud la atención plena, la aceptación y la compasión. La relación terapéutica se transforma así en un espacio seguro donde paciente y terapeuta practican juntos nuevas formas de ser y de estar. 

Finalmente, el autor ofrece una reflexión ética. La psicología budista no puede separarse de la práctica de la compasión universal y la no violencia. Del mismo modo, la psicología clínica no debe limitarse a reducir síntomas individuales, sino que debe asumir un compromiso social y cultural: aliviar el sufrimiento en todas sus formas, desde la opresión estructural hasta la soledad personal. En este sentido, la integración entre budismo y psicología moderna abre la puerta a una práctica clínica más humana, más inclusiva y más responsable

En conclusión, Psicología Budista y Práctica Cognitivo-Conductual de Dennis Tirch es un libro imprescindible para comprender hacia dónde se dirige la psicología contemporánea. No se trata solo de añadir técnicas de meditación a la terapia, sino de transformar la concepción misma de lo que significa sanar. El budismo nos recuerda que la mente es libre cuando observa sin apego y cultiva compasión, y la psicología cognitiva nos ofrece métodos experimentales y clínicos para aplicar esa sabiduría en la vida cotidiana. Tirch logra unir ambos mundos en una síntesis clara, práctica y profundamente esperanzadora: la liberación del sufrimiento es posible cuando ciencia y espiritualidad se encuentran en el terreno común de la experiencia humana.


Jack Kornfield, psicólogo clínico formado en Harvard y monje budista en la tradición theravāda durante años en monasterios de Tailandia, Birmania y la India. Su obra es un puente entre Oriente y Occidente, entre la meditación y la psicología clínica, entre la tradición milenaria del budismo y la necesidad actual de herramientas para afrontar el sufrimiento cotidiano. Su enseñanza está dirigida a  a hombres y mujeres insertos en la vida diaria, con trabajos, familias, responsabilidades, vínculos y heridas.

El corazón, como eje del libro, aparece no como un símbolo romántico sino como la metáfora más precisa de la espiritualidad budista vivida con autenticidad. Kornfield nos recuerda que la verdadera transformación espiritual no ocurre en los templos ni en los retiros prolongados, sino en el modo en que respondemos a nuestras emociones, en cómo tratamos a quienes amamos y en cómo afrontamos los inevitables conflictos de la existencia. Un camino espiritual sin corazón se convierte en dogma, en técnica vacía, en ritual desprovisto de vida. Un camino con corazón es aquel que nos devuelve a la raíz de lo humano: la capacidad de sentir, de amar, de sufrir y de trascender. Kornfield describe cómo muchos practicantes confunden la calma meditativa con una evasión emocional, convirtiéndose en sujetos aparentemente serenos pero incapaces de reconocer su propia ira, su miedo o su deseo. Denuncia también la tendencia al narcisismo espiritual, donde se utiliza la meditación o el yoga para reforzar la autoimagen de perfección. De igual modo, señala el riesgo del dogmatismo religioso, cuando los practicantes creen poseer la verdad absoluta y se encierran en escuelas o tradiciones que desprecian a las demás. Frente a estas trampas, Kornfield propone un antídoto claro: la humildad, la compasión y la práctica constante de la atención plena (mindfulness) aplicada a cada aspecto de la vida.

En cuanto a las técnicas de intervención psicológica y espiritual, Kornfield presenta la meditación de atención a la respiración como base para entrenar la mente, pero la complementa con prácticas de bondad amorosa (metta), de compasión (karuā), de alegría compartida y de ecuanimidad. Estas no son meras oraciones o repeticiones, sino verdaderos entrenamientos emocionales que reeducan el corazón. La práctica de metta, por ejemplo, consiste en dirigir frases de amor incondicional primero hacia uno mismo, luego hacia un ser querido, después hacia una persona neutral, más tarde hacia alguien con quien tenemos conflictos y finalmente hacia todos los seres. Este ejercicio no sólo cultiva sentimientos positivos, sino que también desmonta la estructura defensiva del ego, abriendo espacio para que emerja una motivación más altruista y menos centrada en el yo.

Kornfield también se refiere a la motivación como el combustible de toda práctica. Para él, motivarse no es imponer un deber externo, sino reconectar con el deseo profundo de vivir con plenitud. Propone recordar constantemente la impermanencia: la certeza de la muerte y la fragilidad de todo lo que amamos. Este recordatorio, lejos de ser macabro, se convierte en fuente de intensidad vital. Saber que la vida es breve nos motiva a no desperdiciarla en rencores, distracciones superficiales o persecución de ideales vacíos. La motivación espiritual, en este sentido, no difiere de la motivación psicológica en el deporte o en la clínica: ambas se sostienen en la claridad del propósito y en la capacidad de orientar la energía hacia metas significativas.

El autor nos invita a entender la meditación no sólo como técnica individual, sino como intervención psicológica integral. Relata casos de pacientes y practicantes que, mediante la atención plena, lograron superar estados de ansiedad, depresión y trauma. Kornfield integra aquí elementos de la psicoterapia occidental, explicando que la práctica contemplativa funciona como un proceso de reestructuración cognitiva, de regulación emocional y de exposición gradual a los propios miedos. Esta convergencia con la psicología moderna demuestra que el budismo no es una religión en el sentido tradicional, sino una psicología de la experiencia humana con aplicaciones terapéuticas.

Un aporte fundamental del libro es su visión de la comunidad (sangha) como espacio terapéutico y espiritual. Kornfield insiste en que el despertar no ocurre en aislamiento, sino en el contacto con otros. El amor, la empatía, la compasión y el perdón sólo se ejercitan en la relación. Aquí encontramos un paralelo con la psicología de grupo, la terapia familiar y el counseling: el individuo no puede ser entendido sin su red de vínculos. Kornfield reconoce que la comunidad sostiene al practicante en momentos de crisis, lo confronta con sus propios límites y lo impulsa a crecer.

 El Camino con Corazón,nos enseña a no separar lo espiritual de lo cotidiano. El trabajo, la crianza, el amor, el duelo, la enfermedad, la política, la amistad, todo se convierte en escenario de la práctica. Kornfield demuestra que la espiritualidad  es una necesidad humana fundamental. Nos recuerda que meditar es aprender a vivir con más atención, que amar es la verdadera medida del despertar y que transformar el sufrimiento es la tarea central de toda psicología auténtica.

Sus técnicas de intervención (mindfulness, compasión, reestructuración emocional, integración comunitaria) son tan útiles en la clínica como en la vida personal. Su visión de la motivación, basada en la impermanencia y en el anhelo profundo de sentido, es una de las aportaciones más valiosas a la psicología contemporánea. Kornfield nos muestra que el camino espiritual no es una huida del mundo, sino la posibilidad de vivirlo con más plenitud. Por ello, la frase que sintetiza su enseñanza podría ser: todo camino debe tener corazón, porque sin corazón ninguna técnica, ninguna doctrina y ninguna práctica tiene valor real.

 

 Psicología Holística e Integral Yoga (Srinivasan, Reddy, Banerji, Estévez Griego)

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

El libro de K. R. Srinivasan, Integral Yoga and Human Psychology, es uno de los intentos más sólidos y consistentes por presentar el Yoga Integral de Sri Aurobindo en diálogo con la psicología académica y científica moderna. Srinivasan busca establecer un puente entre el pensamiento oriental y la ciencia psicológica occidental, mostrando que el Yoga Integral no es únicamente un sistema de disciplina espiritual, sino también una psicología del ser humano en toda su complejidad.

Desde el inicio, el autor plantea que la psicología que se enseña en las universidades occidentales ha estado fragmentada: por un lado, reducida a explicaciones mecanicistas o biologicistas, y por otro, a teorías especulativas que no alcanzan a integrar la totalidad del ser. Frente a esta dicotomía, Srinivasan propone que el Yoga Integral debe considerarse como una ciencia de la conciencia, que incluye tanto los procesos conscientes como los inconscientes, los vitales, los mentales y los espirituales. De este modo, nos invita a superar la visión parcial de la mente como una mera función cerebral para entenderla como parte de un proceso evolutivo de la conciencia universal. Uno de los aspectos más relevantes del libro es que Srinivasan presenta con claridad la cartografía psicológica de Sri Aurobindo, señalando las diferencias entre lo físico, lo vital, lo mental y lo supramental, sin olvidar la centralidad del ser psíquico. Mientras que Freud había descubierto el inconsciente reprimido y Jung los arquetipos colectivos, Aurobindo —según explica Srinivasan— mostró que la psique humana está abierta a planos de conciencia superiores y cósmicos que transforman radicalmente la experiencia del individuo. Así, la psicología integral no es solo descriptiva, sino también transformadora, pues no se limita a explicar los conflictos, sino que apunta a la evolución de la personalidad hacia su plenitud.

El texto insiste en que esta psicología es, al mismo tiempo, teoría y práctica. El Yoga Integral ofrece métodos de autoconocimiento que funcionan como técnicas psicológicas: la concentración, la meditación, la entrega al ser psíquico, la purificación del vital, el silencio mental y la apertura a lo supramental. Srinivasan observa que estos métodos son comparables a técnicas de intervención psicológica modernas como la terapia cognitivo conductual, la terapia humanista o las terapias de tercera ola (mindfulness, ACT, compasión), pero advierte que el Yoga Integral va más allá porque no se conforma con aliviar síntomas, sino que busca transformar la raíz misma de la conciencia.

Srinivasan dedica un análisis importante a la motivación y la voluntad, mostrando que el Yoga Integral propone un modelo de crecimiento donde la energía de los instintos puede ser sublimada y dirigida hacia fines espirituales.  Para el Yoga Integral, la energía vital no debe ser sofocada, sino transformada; no debe ser reprimida, sino dirigida hacia un propósito mayor. En este sentido, Srinivasan recupera la noción de Sri Aurobindo de la “transformación supramental” como el horizonte de toda psicología del futuro. Otro punto destacado del libro es la reflexión sobre la educación y el desarrollo humano. Srinivasan muestra cómo la psicología integral puede aplicarse en la educación, tal como lo hicieron Aurobindo y La Madre en el ashram de Pondicherry. Allí, el énfasis estaba en el crecimiento armónico del niño en sus dimensiones físicas, vitales, mentales, psíquicas y espirituales, rechazando los modelos educativos basados en la competencia o en la mera acumulación de información. Esta visión educativa constituye un aporte fundamental a la psicología del desarrollo, porque propone un modelo de formación de la personalidad centrado en el descubrimiento del ser interior. 

El autor también realiza una comparación crítica con las corrientes occidentales. Reconoce en Freud el descubrimiento de la fuerza de lo inconsciente, en Jung la visión de los arquetipos y en la psicología humanista la valoración del crecimiento personal, pero sostiene que ninguna de estas corrientes llega a una verdadera integración. La psicología existencial se queda en el drama humano sin abrirse al supraconsciente, y la psicología cognitiva reduce la mente a un procesador de información. Solo el Yoga Integral, con su visión de totalidad, logra una síntesis que respeta lo corporal y lo espiritual, lo individual y lo cósmico.

Srinivasan  Habla de energía, de motivación, de procesos mentales, de emociones y de conducta, pero siempre desde una perspectiva evolutiva que apunta a la transformación espiritual

En conclusión, Integral Yoga and Human Psychology es una obra clave para comprender cómo el Yoga Integral puede ser entendido no solo como un camino espiritual, sino como una auténtica psicología del ser humano. Nos muestra que la mente, el cuerpo y el espíritu no son compartimentos aislados, sino dimensiones de una única realidad que debe ser integrada. Y nos recuerda que toda psicología que se limite a lo patológico o a lo parcial está incompleta si no se abre a la posibilidad de lo trascendente


La obra del Dr. V. Madhusudan Reddy, Integral Yoga Psychology, es uno de los intentos  realizados en India para traducir la visión de Sri Aurobindo y La Madre al lenguaje de la psicología contemporánea. Su objetivo no fue simplemente interpretar las intuiciones de Aurobindo desde un prisma académico, sino mostrar que el Yoga Integral posee un verdadero sistema psicológico, coherente y aplicable, con fundamentos claros y con técnicas que permiten una transformación integral del ser humano.

El punto de partida de Reddy es que la psicología moderna —con sus divisiones en psicoanálisis, conductismo, gestalt, cognitivismo y demás corrientes— se ha quedado confinada en la superficie de la mente. En cambio, la Psicología Integral busca una comprensión de todos los planos de la conciencia: físico, vital, mental, psíquico y supramental. No es solo un sistema teórico, sino una ciencia de la experiencia interior, cuyo propósito último no es explicar, sino transformar.

En este sentido, el fundamento central de la Psicología Integral es la existencia de una conciencia evolutiva que atraviesa toda la vida y se dirige hacia un estado superior: lo supramental. Esta visión no se limita a describir fenómenos psicológicos, sino que los integra dentro de un proceso cósmico y evolutivo. El ser humano es visto como un campo de fuerzas, donde lo biológico, lo emocional, lo racional y lo espiritual se entrelazan. La psicología, entonces, no es una ciencia de la patología ni de la mera adaptación, sino una disciplina de autoformación y crecimiento.

El Dr. Reddy subraya que todo verdadero sistema psicológico debe estar basado en la experiencia vivida y no únicamente en el análisis externo. Por eso recurre a técnicas específicas que el Yoga Integral propone como medios de investigación interior. Entre ellas, destacan:

1.         El autoestudio consciente (self-observation) como técnica de vigilancia mental constante. El practicante observa el fluir de sus pensamientos, emociones e impulsos, sin identificarse, reconociendo la raíz de cada uno. Esto desarrolla desapego, claridad y dominio.

2.         El control del pensamiento (thought control) mediante el aquietamiento progresivo de la mente discursiva. La meta no es la represión, sino permitir que surja un silencio receptivo donde lo superior pueda manifestarse.

3.         La transformación de las emociones a través del cultivo de sentimientos positivos —paz, compasión, apertura, aspiración— y la eliminación de emociones perturbadoras como la ira, la envidia y el miedo. Aquí Reddy se acerca a las técnicas modernas de regulación emocional, pero las integra en un marco espiritual.

4.         El trabajo con la voluntad. El Yoga Integral enseña a dirigir la voluntad hacia una finalidad evolutiva. La voluntad no es solo esfuerzo personal, sino también apertura a una Voluntad superior que guía el proceso.

5.         El despertar psíquico. Reddy recalca la centralidad del “psíquico” o alma en evolución, núcleo divino del ser. El contacto con el psíquico permite un reordenamiento completo de la personalidad: la mente se vuelve clara, la vida emocional se purifica, y el cuerpo encuentra una nueva armonía.

6.         La entrega (śaraāgati) como técnica interior. No se trata de resignación pasiva, sino de una orientación activa de toda la conciencia hacia la Luz superior, que se convierte en el verdadero motor de la transformación.

Los fundamentos de esta psicología descansan en una visión teleológica y evolutiva: todo ser humano, más allá de sus limitaciones, está llamado a una expansión de la conciencia. A diferencia de la psicología occidental, que se ocupa en gran medida de la enfermedad, el Yoga Integral propone una psicología de la plenitud. No se centra en la patología, sino en el florecimiento de potencialidades dormidas.

El Dr. Reddy compara este enfoque con las limitaciones de Freud y Jung: el primero detenido en la sexualidad como energía fundamental, el segundo en los arquetipos colectivos. Aurobindo y la Psicología Integral, en cambio, apuntan a una energía de conciencia más profunda, que no es solo pulsional o simbólica, sino evolutiva y supramental.

Entre las técnicas más destacadas que presenta este sistema se encuentran también: la práctica del silencio interior, la disciplina del Prāāyāma consciente para armonizar energía vital y mente, el cultivo de la atención plena (similar al mindfulness moderno, pero con propósito trascendente), y la meditación en el corazón psíquico, orientada a descubrir el núcleo más íntimo del ser.

El gran aporte de Integral Yoga Psychology es que demuestra cómo estos fundamentos y técnicas constituyen una auténtica psicología aplicada. Pueden ser utilizados tanto en el crecimiento personal, como en la psicoterapia y en la educación. Para Reddy, el objetivo último de toda psicología debería ser integrar al individuo, no fragmentarlo en síntomas o categorías. La mente, la vida y el cuerpo necesitan encontrar un eje superior que les dé coherencia, y ese eje es el Espíritu.

En conclusión, el libro de Madhusudan Reddy marca un puente decisivo entre la tradición del Yoga Integral y la psicología académica. Se trata de una visión holística y evolutiva de la mente humana. Sus fundamentos muestran que el ser humano no puede ser reducido a lo fisiológico o a lo inconsciente, sino que está abierto a una transformación espiritual. Y sus técnicas confirman que la psicología del futuro no podrá dejar de lado las prácticas interiores, porque son ellas las que permiten una verdadera integración del ser.

Becoming One: The Psychology of Integral Yoga de Debashish Banerji Este libro, es un aporte fundamental dentro del campo de la psicología del yoga, pues se propone aclarar, sistematizar y al mismo tiempo actualizar la visión psicológica de Sri Aurobindo y La Madre. Su título —“Convertirse en Uno”— ya señala el eje central de todo su planteamiento: la unidad del ser humano con su propio núcleo psíquico y con la totalidad del universo. El proceso psicológico que describe el Yoga Integral no es meramente terapéutico ni limitado a la corrección de patologías, sino que es transformador, evolutivo y espiritual. El fundamento de esta psicología radica en una visión amplia del ser humano. No es visto como una máquina biológica con pensamientos y emociones, sino como una tríada viva de cuerpo, mente y espíritu en continuo desarrollo. 

El Yoga Integral afirma que la conciencia es el principio ordenador del cosmos. Desde esta óptica, Becoming One nos invita a leer la psicología como una ciencia del despertar de esa conciencia, ciencia que a la vez se experimenta en lo interior y se aplica en la vida diaria.

El texto plantea que la psicología del Yoga Integral descansa en tres ejes fundamentales: primero, el reconocimiento del alma psíquica como el núcleo más verdadero del individuo; segundo, la comprensión de los planos de conciencia (físico, vital, mental, supramental) como niveles que deben integrarse; y tercero, la orientación de toda la vida hacia un proceso de transformación integral, en el que no se busca escapar del mundo sino divinizarlo.

En el plano de las técnicas psicológicas, el libro explica cómo el Yoga Integral propone prácticas específicas que son a la vez simples y profundas. 

La primera es la observación consciente de la mente, semejante a la vigilancia cognitiva en psicología moderna. El practicante aprende a descubrir las raíces de sus pensamientos y a no identificarse con ellos. Esto implica un descentramiento del ego y la apertura a una mente más clara y silenciosa.

La segunda técnica es el dominio de las emociones. Aquí no se trata de reprimirlas, sino de transformarlas en energías de aspiración, entrega y amor universal. La ira, el miedo o la tristeza pueden convertirse, con la práctica, en fuerzas de impulso hacia lo superior. Esta dimensión conecta directamente con lo que hoy llamamos inteligencia emocional, pero con un sentido espiritual más profundo.

La tercera técnica es la concentración y meditación. A diferencia de otras escuelas, el Yoga Integral ofrece diferentes vías adaptadas a cada temperamento: concentración en la mente, en el corazón, en la respiración, en un mantra, o en la sensación de apertura hacia lo supramental. El objetivo es generar un estado de silencio receptivo, donde lo superior pueda manifestarse.

La cuarta técnica es la entrega (śaraāgati), que significa orientar toda la vida interior hacia una conciencia más alta. Esta entrega no es pasividad, sino confianza activa y colaboración consciente con un proceso evolutivo mayor que nos trasciende. Es, podríamos decir, la técnica suprema del Yoga Integral, pues integra todas las demás.

El libro también aborda los fundamentos éticos y sociales de esta psicología. El ser humano, en su proceso de convertirse en uno, no solo trabaja sobre sí mismo, sino que debe transformar su relación con los demás. Aquí la psicología integral se convierte en psicología relacional y comunitaria. La superación del egoísmo y la apertura a la colectividad son condiciones necesarias para la evolución de la conciencia. El individuo encuentra su verdadera libertad no en aislarse, sino en participar de una armonía mayor.

la Psicología Integral propone una visión que abarca no solo lo inconsciente y lo racional, sino también lo supraconsciente, aquello que trasciende la mente ordinaria. Desde un punto de vista técnico, el libro muestra cómo las intervenciones psicológicas del Yoga Integral no se reducen a métodos clínicos, sino que abarcan todo el estilo de vida: la forma de pensar, de sentir, de relacionarse, de trabajar, incluso de alimentarse y descansar. La integración de lo físico, lo mental y lo espiritual convierte a esta psicología en un verdadero arte de vivir. 

En síntesis, Becoming One: The Psychology of Integral Yoga no es solo un tratado teórico, sino una invitación práctica a participar en el gran experimento evolutivo que Sri Aurobindo planteó. Su propuesta central es que la verdadera psicología no debe limitarse a analizar síntomas o a buscar adaptaciones funcionales, sino que debe apuntar al florecimiento completo del ser humano. El camino para “convertirse en uno” es el camino hacia la verdadera libertad, donde el espíritu se manifiesta plenamente en la mente y el cuerpo, y la vida entera se convierte en un vehículo de conciencia.


Maitreyananda- Fernando Estevez Griego se propone rescatar y fundamentar: el ser humano como unidad indivisible de mente, cuerpo y espíritu, un sistema integrado que solo puede comprenderse desde una visión amplia e integradora. Plantea que la psicología debe superar la fragmentación de escuelas y dogmas. Se trata de de reconocer que cada una de esas perspectivas contiene verdades parciales que necesitan ser ordenadas e integradas en un marco holístico. A este método lo denomino holosis, en contraposición al análisis tradicional. El análisis divide, fragmenta y examina, y es útil, pero insuficiente si no se completa con la holosis, que integra, relaciona y recompone en un todo. Solo a partir de esa doble operación —análisis y holosis— podemos acercarnos a comprender la personalidad total del individuo y su inserción en los sistemas sociales y ambientales que lo rodean.

La psicología holística que propone, parte de un supuesto esencial: el ser humano no es únicamente lo que piensa ni únicamente lo que hace, sino, sobre todo, lo que siente. El espíritu no es un alma inmortal en sentido religioso, sino el mundo afectivo y energético que se manifiesta en emociones, pasiones y sentimientos. Ese espíritu es real, observable, estudiable y modificable.

Es allí donde se alojan nuestras motivaciones más profundas, donde se generan nuestras alegrías y nuestras angustias, y desde donde irradiamos tanto nuestra creatividad como nuestras patologías. Lo espiritual no debe confundirse con lo religioso: el arte es espiritual, la compasión es espiritual, la búsqueda de sentido es espiritual, aunque nada de ello implique necesariamente religión. Esta diferenciación es crucial, porque la psicología no puede sostener categorías indemostrables como el alma; debe trabajar con lo vivencial, lo afectivo y lo energético que se expresa en la existencia concreta.

La estructura mental que presenta se organiza en seis funciones: la mente consciente, que percibe y se da cuenta; la mente intelectual, que razona y discierne; la mente inconsciente, que guarda los impulsos, deseos y motivaciones básicas; la mente egotista, que nos da identidad individual y genera las máscaras sociales; la mente preconsciente, que maneja la memoria inmediata; y la mente subconsciente, que conserva la memoria profunda y los programas vitales. Estas funciones son dinámicas y se interrelacionan, generando procesos psico–somato–noológicos que integran lo mental, lo corporal y lo espiritual.  En la base de la psicología holística se encuentran las motivaciones. 

 Maitreyananda sostiene que el comportamiento humano nace de un conjunto de impulsos fundamentales: nutrición, vitalidad, sexualidad, dominio o poder, y gloria. Estos impulsos, entrelazados, se manifiestan en la vida cotidiana en forma de anhelos, frustraciones, éxitos o neurosis. A ellos se suman dos principios reguladores que ordenan nuestra existencia: el principio de placer, que nos impulsa a la satisfacción inmediata, y el principio de armonía, que busca el equilibrio y la calma. Toda vida humana oscila entre estos dos polos. Cuando las motivaciones encuentran vías de expresión saludables, la persona florece; cuando se reprimen o distorsionan, surgen las patologías.

La psicología holística reconoce que la inadaptación —social, ambiental, sentimental o cognitiva— es uno de los problemas centrales de nuestra disciplina. Un individuo que no logra adaptarse al sistema en el cual vive, sufre inevitablemente. Esa inadaptación puede derivar en patología, en marginalidad o en sufrimiento interior. Pero también puede convertirse en rebeldía creativa, en arte, en espiritualidad. Por eso sostiene que debemos estudiar siempre al ser humano in situ, en su contexto vital, y no como un ente abstracto. Cada persona es inseparable de la red de sistemas que integra: familia, cultura, sociedad, medio ambiente.

El psicoanálisis aporta una comprensión profunda de la represión y del inconsciente; la psicología cognitiva nos da herramientas para modificar creencias y pensamientos; la humanista nos recuerda la centralidad de la experiencia subjetiva; la conductual ofrece métodos de entrenamiento conductual; la logoterapia nos devuelve la pregunta por el sentido; y la psicología transpersonal nos abre a los estados ampliados de conciencia. Todas estas corrientes son valiosas, pero ninguna debe convertirse en dogma. La psicología holística las articula en un sistema abierto, dinámico, dispuesto siempre a incorporar nuevas técnicas e investigaciones.

Este libro, no busca fundar una escuela cerrada, sino abrir un camino. Invita a psicólogos, terapeutas, educadores, artistas y buscadores a pensar al ser humano en toda su amplitud: como cuerpo que actúa, como mente que piensa, y como espíritu que siente. Aspira a que la psicología sea, finalmente, una ciencia del ser humano completo, y no de sus fragmentos.

Segun Maitreyananda el propósito de la psicología holística es integrar, armonizar y dar sentido. Si logramos comprender que la verdadera esencia de la persona no está solo en lo que piensa ni en lo que hace, sino en lo que siente. En el Modelo de Organización Mental Holística, distingue seis funciones fundamentales: la consciente, la intelectual, la inconsciente, la egotista, la preconsciente y la subconsciente. Estas seis funciones no son compartimentos cerrados, sino modos de operar de la mente, dimensiones activas que se interrelacionan permanentemente.

La primera de estas funciones es la Mente Consciente. Es la que se percata, la que atiende, la que nos informa del mundo exterior. Gracias a ella nos damos cuenta de lo que ocurre en nuestro entorno y en nuestro propio cuerpo. Es el nivel de la atención y de la percepción inmediata, es la mente consciente la que registra y transmite información. No obstante, esta función no se limita a ser una simple receptora pasiva: filtra, selecciona y organiza lo que percibe. La conciencia es, la puerta de entrada al sistema mental, pero una puerta que discrimina y decide qué ingresa y qué se descarta.

La segunda función es la Mente Intelectual o Racional–Discerniría. Es el proceso por el cual pensamos, analizamos, comparamos, razonamos y reflexionamos. La mente intelectual opera con las percepciones que le provee la conciencia y con los recuerdos que le aporta la memoria. Genera asociaciones, proyecta imágenes, elabora hipótesis. Aquí se sitúa el terreno de la lógica, del pensamiento discursivo, del juicio. Sin embargo, esta función depende de la calidad de la información que recibe y de las influencias del mundo afectivo. La razón es un órgano en diálogo constante con las emociones y con el cuerpo.

La tercera función es la Mente Inconsciente. Ella contiene los impulsos vitales, los deseos, los anhelos y las motivaciones más profundas. Es el lugar donde se gestan nuestras pasiones, donde se encienden los instintos de nutrición, sexualidad, dominio, gloria y conservación. Desde el inconsciente emergen las fuerzas que movilizan al organismo hacia el placer, la armonía o la autodestrucción. Esta función dialoga directamente con el cuerpo, produciendo somatizaciones positivas o negativas. En la concepción holística, el inconsciente no es solo un depósito de contenidos reprimidos, como lo pensaba Freud, sino una fuente energética que regula la vida y que se expresa en emociones, sueños, síntomas y actos fallidos.

La cuarta función es la Mente Egotista. Es la que nos otorga identidad y nos hace sentirnos un “yo” diferenciado del entorno. Tiene diferentes yoes, o egos, muy distintos entre sí. Genera la persona, la máscara, el carácter momentáneo con el cual nos presentamos ante los demás. Cuando digo “yo estoy alegre”, “yo estoy triste”, “yo estoy enamorado”, estoy operando desde esta función. La mente egotista construye el sentido de individualidad, pero también puede deformarlo al identificarse con máscaras rígidas o con defensas sociales.  La mente egotista es indispensable para la vida social, pero necesita ser reconocida como función transitoria y no como esencia absoluta.

La quinta función es la Mente Preconsciente. Es el almacén de la memoria inmediata, la antesala entre lo consciente y lo subconsciente. Aquí se guarda la información que utilizamos con frecuencia: conocimientos profesionales, recuerdos cercanos, datos que podemos recuperar con rapidez. El preconsciente es el escritorio mental en el que colocamos los papeles que necesitamos tener a mano. Desde aquí se alimenta tanto el razonamiento intelectual como la memoria a largo plazo. Es una función crucial para comprender cómo accedemos a la información y cómo organizamos nuestro aprendizaje.

La sexta función es la Mente Subconsciente. Es el archivo profundo de la memoria y el núcleo de la identidad. Contiene tanto los programas genéticos heredados como las experiencias adquiridas a lo largo de la vida. Aquí se depositan los recuerdos de la infancia, las vivencias emocionales, las huellas somáticas. Es la base sobre la cual se construyen el carácter y el temperamento. El subconsciente alimenta al inconsciente, sostiene a la mente egotista y provee datos al preconsciente. Además, actúa como programador del comportamiento, al conservar patrones de respuesta que condicionan nuestra manera de sentir y de actuar.

Estas seis funciones no operan de manera aislada. Forman un sistema dinámico en el que la información circula continuamente. La percepción consciente registra un estímulo, el preconsciente lo mantiene disponible, el subconsciente lo archiva, la mente intelectual lo analiza, el inconsciente lo carga de energía y la mente egotista lo incorpora a la identidad personal. Ese circuito se repite sin cesar en cada acto de nuestra vida cotidiana. Pero lo más importante es que en cada punto de ese proceso intervienen también el cuerpo y el espíritu. La mente no es solo una actividad cerebral, sino un fenómeno psico–somato– noológico que involucra sensaciones corporales, emociones espirituales y representaciones mentales en un mismo movimiento.

Ontología y psicoterapia comparada 

Psicología de Śakara (Advaita Vedānta, s. VIII d.C.) 

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Enfoque general: Śakara plantea que la raíz del sufrimiento es la ignorancia (avidyā) que nos hace identificarnos con el cuerpo, la mente y los sentidos, creyendo que son el yo. La psicología consiste en discernir entre lo real (ātman, conciencia pura) y lo ilusorio (anātman, lo transitorio).

Aparato mental: El instrumento interno (antakaraa) tiene cuatro funciones.

Manas: mente sensorial que duda y compara.

Ahakāra: ego, apropiación del “yo”.

Buddhi: intelecto discriminativo que decide.

Citta: memoria y flujo de impresiones.

Estas funciones son útiles, pero no son el verdadero yo.

Dinámica psicológica -El error central es la adhyāsa (superposición): atribuir al ātman cualidades de la mente y del cuerpo, confundiendo lo eterno con lo transitorio. Los deseos, pasiones y apegos surgen de esta confusión, atrapando al individuo en sufrimiento.

Técnicas psicológicas: Neti-neti: “no soy esto, no soy aquello”, desidentificación progresiva de cuerpo, mente y emociones.

Viveka: discernimiento constante entre lo real y lo ilusorio.

Vairāgya: desapego, debilitando el poder de los deseos.

Sādhana-catuṣṭaya: cuatro entrenamientos mentales —discernimiento, desapego, disciplina interior y anhelo de liberación—.

Meditación en la identidad de ātman con brahman: contemplación que transforma la visión de la realidad.

Visión terapéutica: Śakara propone una psicología de desidentificación: la mente se purifica al reconocer su carácter ilusorio, y la conciencia se experimenta como pura, indivisible y eterna.


Psicología de Nāgārjuna (Mādhyamaka, s. II d.C.)

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Enfoque general: Nāgārjuna desarrolla la doctrina de la vacuidad (śūnyatā): todos los fenómenos carecen de existencia propia; surgen solo en dependencia de causas y condiciones. El sufrimiento psicológico nace de rectificar pensamientos, emociones y objetos, dándoles una solidez que no tienen.

Aparato mental: Nāgārjuna no propone un mapa detallado como el Sākhya o el Abhidharma. Su foco está en la estructura conceptual de la mente, mostrando cómo los apegos surgen al absolutizar lo que es relativo.

Dinámica psicológica: El error central es el prapañca (proliferación conceptual): la mente fabrica elaboraciones y dualidades —ser/no ser, yo/otro, eterno/aniquilado— que generan apego y miedo. El sufrimiento surge de estas construcciones y de la ignorancia que las sostiene.

Técnicas psicológicas: Análisis dialéctico: examinar cualquier concepto y mostrar que no tiene existencia intrínseca.

Contemplación de la originación dependiente (pratītya-samutpāda): todo surge en relación, nada existe de manera aislada.

Meditación en la vacuidad: entrenar la mente en soltar fijaciones y apegos. Desmantelamiento de extremos: evitar caer en eternalismo (“algo existe para siempre”) o nihilismo (“nada existe”).

Silencio mental: cuando se comprende la vacuidad, la mente deja de proliferar en elaboraciones.

 Visión terapéutica: Nāgārjuna propone una psicología de la deconstrucción mental: liberar la mente de fijaciones conceptuales y dualistas. Al ver la vacuidad, el apego y el miedo se disuelven, generando compasión y sabiduría.


De la teoría a la clínica integrativa (Auriol, Fraile, Kabat-Zinn) 

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Yogaterapia del Dr. Bernard Auriol, uno de los pioneros de la psicoterapia basada en yoga 

 Orígenes e historia El término yoga therapy fue acuñado en 1970 por el Dr. Bernard Auriol, un médico psiquiatra y psicoanalista francés especializado en estados de conciencia y la mente. Fue él quien introdujo la combinación de técnicas tradicionales del yoga con enfoques psicoterapéuticos modernos, y la promovió especialmente en Francia. Es amigo Maitreyananda

Protocolo terapéutico y fundamentos Auriol desarrolló un enfoque llamado yogaterapia de grupo, basado en integrar posturas de Hatha Yoga (asanas), respiración (prāāyāma) y meditación dentro de un contexto psicoterapéutico. Esta técnica fue probada durante más de dos años con pacientes internados en hospitales psiquiátricos, aportando “resultados alentadores” especialmente en personas con neurosis, mientras que para pacientes psicóticos se aconsejaba mayor cautela y supervisión especializada Proceso terapéutico clave. Auriol conceptualizó esta práctica como una forma de descondicionamiento semántico y somato-psíquico, inspirándose en la semántica general norteamericana. El proceso consistía en trabajar sobre el cuerpo y la mente a través de respiración, posturas estáticas y atención a sensaciones (luminosas, acústicas, táctiles, cinestésicas), dentro de un marco grupal orientado a reeducar y armonizar el psiquismo

Indicaciones y condiciones advirtió que esta modalidad de yogaterapia no es adecuada para pacientes psicóticos o muy inestables si se practica de manera isolada sin supervisión. Sin embargo, observó beneficios duraderos en pacientes con neurosis y destacó que las mujeres parecían responder mejor que los hombres

Impacto institucional Su trabajo fue pionero en el desarrollo institucional de la yogaterapia en Francia. A partir de esa base se fundaron la Institut de Yoga Therapy (IDYT) en 1993 y, más tarde, la Fédération Française de Yoga Therapy (FFYT) en 2014, consolidando la práctica como disciplina integrativa en el tratamiento de la salud mental-

Resumen la Yogaterapia del Dr. Bernard Auriol propone una psicoterapia grupal que integra yoga, respiración y meditación como herramientas terapéuticas para neurosis, concebida como un método de armonización cuerpo-mente. Su enfoque se fundamenta no solo en técnicas somáticas, sino también en una reforma profunda del aparato psíquico a través de la experiencia consciente y corporal, dentro de un marco clínico y grupal.

 Yogaterapia del Dr. Miguel Fraile

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Quién fue- El Dr. Miguel Fraile fue médico especializado en Medicina Interna por la Universidad Complutense de Madrid. Se formó también en psicoanálisis, yoga y budismo, y a partir de esa integración desarrolló un enfoque terapéutico en el que el yoga se convierte en herramienta de autoconocimiento, medicina psicosomática y sanación integral.

Enfoque multidisciplinar En su obra Yogaterapia combina anatomía y fisiología con técnicas del yoga vistas desde la medicina, la psicología y la perspectiva energética. Analiza las asanas, el pranayama y la meditación no solo por sus efectos físicos, sino también por su impacto en el aparato psíquico y emocional.

Yoga como terapia psicosomática En su conferencia El yoga y sus aspectos terapéuticos, Fraile expone que las posturas actúan como un masaje sobre vísceras y tejidos, mejorando la circulación y la limpieza interna. Afirma que la activación del sistema parasimpático mediante yoga promueve la relajación, estimula neurotransmisores como serotonina y acetilcolina, y genera un estado de “sereno vigor”: paz interna acompañada de energía vital.

Conexión cuerpo–mente–emociones Fraile señala que el tono muscular refleja la defensividad psicológica: la tensión sostenida indica bloqueos emocionales. Propone que cada parte del cuerpo simboliza emociones específicas: la parte frontal expresa ternura, el vientre guarda lo subconsciente-emocional y la espalda refleja la lucha y la agresividad. El desbloqueo corporal con yoga permite liberar esas emociones y reestructurar la personalidad.

 Contenido del libro Yogaterapia El libro presenta capítulos sobre introducción al yoga, anatomía, fisiología, técnicas respiratorias, efectos de las asanas desde el punto de vista osteomuscular, aspectos complementarios terapéuticos, psicopatología de la práctica yóguica, meditaciones y energías, y la relación entre medicina psicosomática y fuerza del espíritu.

 Síntesis terapéutica La yogaterapia del Dr. Miguel Fraile entiende el yoga como un proceso terapéutico integral. Parte del cuerpo y las técnicas psicofísicas, desbloquea lo emocional, regula el sistema nervioso, armoniza la mente y fortalece el espíritu. Es una psicología práctica aplicada a la salud, que vincula lo físico, lo emocional y lo espiritual en una sola dinámica curativa.

Dr. Jon Kabat-Zinn y Mindfulness

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Biografía y formación Jon Kabat-Zinn nació en 1944 en Estados Unidos. Se formó como biólogo molecular en el MIT, donde trabajó bajo la dirección del premio Nobel Salvador Luria. Paralelamente se dedicó a la práctica del budismo zen y vipassanā, así como al Hatha Yoga, buscando un puente entre la ciencia moderna y las tradiciones de sabiduría. En 1979 fundó la Clínica de Reducción del Estrés en la Universidad de Massachusetts, donde creó el programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction).

El programa MBSR El MBSR es un protocolo de ocho semanas originalmente diseñado para pacientes con dolor crónico y estrés. Combina ejercicios de yoga suave que permiten reconectar con el cuerpo, prácticas de meditación mindfulness que cultivan la atención plena, el escáner corporal o body scan que consiste en recorrer con la conciencia todo el cuerpo, y técnicas de respiración consciente. La finalidad no es eliminar el dolor, sino transformar la relación con él, aprendiendo a responder en lugar de reaccionar.

Psicología y terapia en Kabat-Zinn La propuesta psicológica de Kabat-Zinn sostiene que el sufrimiento no proviene únicamente del dolor físico, sino de la reacción automática de la mente frente al dolor y el estrés. La práctica de mindfulness enseña a observar pensamientos, emociones y sensaciones sin identificarse con ellos. El eje es cultivar aceptación, presencia y compasión, rompiendo los ciclos de ansiedad, tensión y sufrimiento emocional.

Aportes científicos Kabat-Zinn fue pionero en introducir el yoga y la meditación en ensayos clínicos controlados. Sus investigaciones mostraron que el MBSR reduce la ansiedad y la depresión, fortalece el sistema inmune, disminuye la inflamación, mejora la regulación emocional mediante cambios observables en el cerebro y aumenta la calidad de vida en pacientes con cáncer, enfermedades cardíacas y dolor crónico.

Filosofía de la Yogaterapia en Kabat-Zinn Aunque Kabat-Zinn no usa la palabra yogaterapia, su propuesta puede considerarse una forma moderna de ella. Integra asana y prāāyāma de manera sencilla, utiliza la meditación como terapia cognitiva y emocional, y convierte la práctica del yoga en un recurso clínico y científico, accesible a cualquier paciente, sin necesidad de adoptar una religión o filosofía oriental.

Obras principales Entre sus obras destacan Full Catastrophe Living (1990), donde expone los fundamentos del MBSR, Wherever You Go, There You Are (1994), un manual sobre mindfulness en la vida cotidiana, y Coming to Our Senses (2005), que explora la conexión entre los sentidos, la conciencia y la salud. G. Síntesis

La yogaterapia de Kabat-Zinn, aunque no nombrada como tal, representa un puente entre el yoga, la meditación budista y la medicina científica. Su psicología terapéutica se centra en la atención plena, la aceptación consciente del dolor y la reeducación de la mente y el cuerpo. De esta manera transformó el yoga en un lenguaje clínico universal, validado científicamente y aplicable en hospitales, escuelas y empresas en todo el mundo.

Mapas de la mente y transformación 

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

La obra de Georg Feuerstein The Psychology of Yoga se ha transformado en un referente ineludible para quienes buscan comprender el yoga no solamente como disciplina espiritual o práctica corporal, sino como un verdadero tratado de psicología aplicada a la mente humana. Feuerstein, con su habitual rigurosidad filológica y su capacidad de tender puentes entre Oriente y Occidente, toma como base las enseñanzas clásicas del Yoga de Patañjali y las nutre con la tradición del Vedānta, mostrando que ambas son expresiones de un mismo impulso por comprender la conciencia, el sufrimiento humano y la posibilidad de liberación. El mérito principal de este libro es su capacidad de situar al yoga en diálogo con la psicología moderna, de modo que el lector descubre que detrás de las antiguas categorías indias hay un entramado psicológico de gran sutileza que anticipa, en muchos aspectos, los descubrimientos recientes de la psicología cognitiva, humanista y transpersonal.

Feuerstein nos recuerda que Patañjali, en sus Yoga Sutras, concibió la mente (citta) como un campo dinámico de procesos, fluctuaciones y condicionamientos, cuya tendencia natural es dispersarse, divagar y quedar atrapada en hábitos inconscientes.

La definición célebre del yoga como cittavtti-nirodha (“la detención de las fluctuaciones de la mente”) es, según Feuerstein, la expresión más clara de una psicología de la atención, de la regulación y del autocontrol. En este sentido, el yoga se revela como una ciencia psicológica en sí misma, cuya finalidad es transformar los procesos mentales en dirección a la claridad, la ecuanimidad y la libertad interior. Feuerstein destaca que el Vedānta complementa esta visión al introducir una perspectiva metafísica: el ser profundo del individuo, el ātman, no está manchado por los procesos mentales, sino que es testigo inmutable, pura conciencia. Así, mientras Patañjali trabaja en el plano fenomenológico, el Vedānta apunta a la raíz ontológica del ser humano. El vínculo de ambas corrientes constituye lo que Feuerstein llama “la psicología de la trascendencia”.

Desde la óptica contemporánea, Feuerstein traduce estos planteos al lenguaje de la psicología moderna.

Los saskāras (impresiones mentales acumuladas) son entendidos como equivalentes a los esquemas cognitivos o a los patrones inconscientes que guían el comportamiento.

El concepto de kleśa (aflicciones) se aproxima a las nociones de conflicto emocional y disonancia cognitiva. Y la noción de vairāgya (desapego) puede ser equiparada a las técnicas modernas de regulación emocional y a la capacidad de distanciamiento cognitivo, hoy central en la terapia de aceptación y compromiso (ACT) o en la práctica del mindfulness. De este modo, Feuerstein no solo presenta la psicología del yoga como un sistema coherente en sí mismo, sino que también la coloca en paralelo con las terapias de tercera ola, mostrando que el yoga posee claves milenarias para abordar los mismos problemas que enfrenta hoy la psicología clínica y existencial.

Uno de los aspectos más notables del libro es cómo Feuerstein analiza la práctica del yoga como un método gradual de reeducación de la mente.

El aṣṭāga yoga o yoga de ocho pasos –yama, niyama, āsana, prāāyāma, pratyāhāra, dhāraā, dhyāna y samādhi– es reinterpretado como un proceso de intervención psicológica que va desde la regulación conductual y ética (yamas y niyamas), pasando por la integración cuerpo–respiración (āsana y prāāyāma), hasta la interiorización de la atención (pratyāhāra) y la profundización en técnicas de concentración y meditación (dhāraā y dhyāna). El samādhi, lejos de ser una experiencia esotérica, aparece como el estado de integración última de la personalidad, donde cesa la fragmentación interna y se accede a un sentido de plenitud que Feuerstein compara con la autorrealización descrita por la psicología humanista. El autor subraya, además, que la psicología del yoga no es neutral desde el punto de vista ético.

El cultivo de la no violencia (ahisā), de la veracidad (satya) y del autocontrol (brahmacarya) no son simples preceptos religiosos, sino técnicas psicológicas destinadas a modelar la conducta y a reestructurar la mente. Sin este basamento ético, sostiene Feuerstein, la práctica meditativa carece de profundidad y puede incluso desviar al practicante hacia estados ilusorios o patológicos.

Aquí la obra de Feuerstein se acerca a las preocupaciones de Jung, quien también advertía sobre el peligro de la inflación del ego y de la sombra cuando los métodos de introspección no están acompañados de un marco ético y comunitario.

Maitreyananda considera que el gran aporte de Feuerstein es haber devuelto al yoga su condición de psicología, y no solo de sistema espiritual. Con este gesto, rompe la falsa dicotomía entre ciencia y mística, mostrando que ambas buscan comprender la mente humana, aunque utilicen lenguajes distintos. Si Freud descubrió la existencia de un inconsciente dinámico, Patañjali ya había descrito el inconsciente en términos de vāsanās y saskāras. Si la psicología moderna se preocupa por la ansiedad, la depresión o el trauma, el yoga ya había advertido sobre el sufrimiento inherente a la ignorancia (avidyā) y había ofrecido un método sistemático para trascenderlo.

El libro, en definitiva, es un llamado a reconocer que el yoga no es únicamente un camino religioso ni un conjunto de técnicas físicas, sino una ciencia de la mente y del espíritu. Su propuesta de integrar las categorías de la psicología moderna con las del yoga clásico abre una vía fecunda para investigadores, psicoterapeutas, educadores y practicantes. La psicología del yoga se convierte así en una herramienta para el autoconocimiento, el desarrollo de la conciencia y la transformación de la vida cotidiana. Feuerstein nos invita a pensar que, quizás, la verdadera ciencia de la mente no esté en inventar nuevos modelos teóricos, sino en redescubrir y reinterpretar los modelos que civilizaciones milenarias ya habían elaborado con admirable claridad y vigencia.

El libro The Psychology of Kundalini Yoga de Carl Gustav Jung, es el resultado de sus seminarios dictados en Zúrich en 1932, constituye un texto central para comprender cómo la psicología analítica dialoga con la tradición oriental. No se trata de una obra sistemática escrita por Jung, sino de transcripciones que muestran la espontaneidad y la claridad con la que interpretaba símbolos, textos y prácticas del yoga tántrico a través de la lente de la psicología profunda. 

El punto de partida de Jung es la metáfora de la kundalini, la energía enroscada en la base de la columna, que en la tradición india simboliza el potencial espiritual latente. Para Jung, esa serpiente no debía ser interpretada como una fuerza fisiológica literal, sino como la representación de la libido psíquica, la energía vital que impulsa la evolución de la conciencia. Así como Freud había reducido la libido a lo sexual, Jung la amplió para abarcar todo proceso vital y creativo, y vio en la kundalini un símbolo de esa energía cuando se despierta y asciende hacia estadios de integración más altos.

Uno de los mayores aportes de Jung en este seminario es la interpretación de los chakras como representaciones simbólicas de diferentes niveles de conciencia. El mūlādhāra corresponde a la base instintiva, lo puramente material y biológico; el svādhiṣṭhāna expresa las aguas del inconsciente personal, donde habitan los deseos y pasiones; el maipūra manifiesta el ego y la voluntad de poder; el anāhata abre la dimensión transpersonal del amor y la compasión; el viśuddha simboliza la palabra creadora y la capacidad de elaborar símbolos; el ājñā señala la integración de los opuestos, la visión de la totalidad; y el sahasrāra, el loto de mil pétalos, apunta a lo inefable, al absoluto que escapa a toda definición psicológica.

Esta lectura jungiana transformó lo que era un mapa místico en una verdadera cartografía de la mente. El ascenso de la kundalini es, entonces, la metáfora del proceso de individuación: el camino que lleva al ser humano desde la identificación con los instintos y el ego hasta la integración de su totalidad psíquica. Cada chakra es un obstáculo y, al mismo tiempo, una puerta. Cada nivel implica enfrentarse a las fuerzas arquetípicas que se manifiestan en sueños, visiones y síntomas. El paso de un chakra a otro es comparable al rito de iniciación o al viaje del héroe de los mitos universales. Por eso Jung veía en este simbolismo indio una expresión de lo que él llamaba el inconsciente colectivo: el depósito de imágenes arquetípicas que son comunes a toda la humanidad.

Jung era consciente de que el yoga, en su forma tradicional, estaba enraizado en una cosmovisión muy distinta a la occidental. El practicante europeo moderno, sin la estructura cultural y religiosa de la India, corría el peligro de caer en inflaciones del ego, en ilusiones espirituales o en una negación de su propia realidad psicológica. Por eso insistía en que el verdadero valor del yoga kundalini para Occidente era simbólico y psicológico: ofrecía un lenguaje para comprender las experiencias interiores que, de otro modo, quedarían sin marco de interpretación.

A través de la kundalini, Jung reconocía la posibilidad de traducir la experiencia espiritual en términos de psicología profunda. El despertar de esta energía no es, entonces, un fenómeno sobrenatural, sino un proceso interior que acontece cuando el individuo se confronta con sus propias sombras y arquetipos, liberando fuerzas creativas y transformadoras. Así, el yoga kundalini se convierte en un espejo del proceso analítico: el paciente, como el yogui, debe atravesar etapas de integración y reconciliación de opuestos hasta alcanzar una totalidad interior.

En el análisis detallado que Jung realiza de cada chakra, se observa su esfuerzo por encontrar correspondencias con categorías psicológicas occidentales. El maipūra, por ejemplo, lo relaciona con la fase en que el ego se fortalece y busca imponer su dominio; el anāhata, en cambio, con la emergencia de lo transpersonal, cuando el individuo descubre que su vida tiene sentido más allá del ego. El ājñā lo interpreta como la experiencia de totalidad, semejante a la unión de consciente e inconsciente en la individuación. Finalmente, el sahasrāra le parece una metáfora tan radical de lo absoluto que declara que no pertenece al terreno de la psicología, sino a lo inefable que sólo puede ser sugerido.

La riqueza del texto reside también en cómo Jung compara la experiencia de la kundalini con símbolos universales: la escalera de Jacob, el viaje de Dante, el mito de Fausto, la alquimia medieval. Para él, todas estas tradiciones hablan de lo mismo: el ascenso de la conciencia hacia una totalidad que no anula lo humano, sino que lo integra en una dimensión más amplia. El yoga kundalini es, en este sentido, otra forma de expresar lo que la humanidad siempre ha buscado: el despertar interior.

Maitreyananda , considera que este libro es una pieza clave para comprender el puente entre psicología y espiritualidad. Jung  traduce los símbolos del yoga a un lenguaje comprensible para la mente moderna. Al mismo tiempo, advierte sobre los peligros de confundir lo espiritual con lo literal, y de usar prácticas ancestrales sin el debido cuidado. Su aporte es, darnos un mapa psicológico universal: mostrar que el viaje del yoga y el viaje del análisis son dos formas de narrar la misma aventura humana.

Hoy, en un mundo donde las terapias de tercera ola como el mindfulness o la terapia de compasión recurren al budismo y al yoga para enriquecer la clínica psicológica, el texto de Jung mantiene una vigencia sorprendente. Nos recuerda que detrás de toda técnica hay símbolos, y que los símbolos son el lenguaje de lo inconsciente. La kundalini no es sólo una energía que asciende: es la imagen de la vida misma en su lucha por integrar los opuestos, superar las divisiones y alcanzar la plenitud del ser.

En conclusión, La Psicología del Yoga Kundalini no es simplemente un seminario sobre prácticas orientales, sino un manifiesto sobre la capacidad del ser humano para transformar su conciencia. Jung nos invita a leer el yoga como una psicología simbólica que refleja, en sus imágenes, el drama universal de la mente. Y aunque advierte que el yoga tradicional no puede ser trasplantado sin más a Occidente, nos entrega una visión profunda que sigue inspirando a psicólogos, terapeutas y buscadores espirituales: la idea de que el camino hacia la totalidad siempre ha sido, y será, un viaje de ascenso interior.

El libro Integral Yoga Psychology de Debashis Chatterjee 

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

es una de las obras más significativas en el intento contemporáneo de articular las enseñanzas de Sri Aurobindo y Mirra Alfassa (La Madre) con las corrientes modernas de la psicología y de la ciencia de la mente. En él se plantea una visión integradora y transformadora que no reduce la psicología a una ciencia del comportamiento ni a una explicación mecanicista de los procesos cognitivos, sino que la entiende como un camino de evolución de la conciencia. Esta obra resulta particularmente relevante porque coloca al yoga no como un simple conjunto de técnicas, sino como una psicología viva, profunda y experiencial, que responde a los problemas de la vida moderna y a la búsqueda de sentido. Chatterjee parte de la premisa de que el ser humano no es un organismo cerrado ni una máquina programada, sino un ser en evolución cuya conciencia se expande hacia niveles superiores. Retoma la propuesta de Aurobindo: el hombre es un ser de transición, destinado a superar la limitación del yo mental y abrirse a un estadio supramental. La psicología del yoga integral, por lo tanto, no se limita a describir las funciones de la mente, el cuerpo o la emoción, sino que investiga cómo estas instancias se transforman al contacto con lo espiritual. En ese sentido, se diferencia radicalmente de las psicologías académicas, que estudian al hombre tal como es, mientras que el yoga lo estudia en lo que puede llegar a ser.

El aporte más valioso de esta obra es el marco integral en el que concibe la psique. Chatterjee explica que la mente ordinaria funciona en tres niveles: la mente superficial, que se ocupa de los estímulos inmediatos; la mente interior, que guarda la memoria, las impresiones y la imaginación; y la mente más profunda, que conecta con la intuición y lo transpersonal. Pero a diferencia de los psicólogos humanistas o transpersonales de Occidente, que suelen detenerse en la expansión de la conciencia, Aurobindo y Chatterjee insisten en que hay un plano supramental que trasciende incluso las categorías del pensamiento humano y que constituye la verdadera meta evolutiva.

El yoga integral no se ocupa solamente del yo psicológico, sino que abarca la totalidad del ser: cuerpo, vida, mente, psique y espíritu. En esta visión, el cuerpo no es una materia inerte, sino una forma de conciencia. Las emociones no son simples respuestas adaptativas, sino energías que pueden transformarse en fuerzas de amor y entrega. La mente, que normalmente se encuentra fragmentada, puede abrirse a una mente iluminada y supramental que unifica conocimiento y experiencia. El espíritu, en este esquema, no es algo abstracto ni ajeno al mundo, sino la realidad más concreta y presente, que puede manifestarse en todos los actos de la vida.

Un aspecto clave de este libro es la propuesta metodológica de una psicología transformadora. Chatterjee expone cómo la meditación, la autoobservación, la aspiración consciente y la entrega interior son técnicas psicológicas que van mucho más allá de la simple terapia. La disciplina del yoga integral busca no sólo curar síntomas o mejorar el bienestar, sino lograr una verdadera mutación en la conciencia del practicante. En este punto se diferencia de las psicoterapias occidentales, que tienden a adaptarse a los condicionamientos sociales y culturales, mientras que la psicología del yoga integral apunta a trascenderlos.

Maitreyananda considera que la fuerza de esta obra radica en su capacidad de tender puentes entre  la tradición india de la introspección y el autoconocimiento;  y  las corrientes psicológicas modernas que estudian el desarrollo humano, la motivación, la cognición y las emociones. Chatterjee demuestra que ambos enfoques no sólo no son incompatibles, sino que pueden enriquecer mutuamente sus lenguajes y prácticas. La psicología occidental aporta rigor empírico y capacidad de observación, mientras que el yoga aporta la experiencia directa de la conciencia y la posibilidad de su transformación.

El libro desarrolla también una reflexión sobre el sentido del sufrimiento y de las crisis. Mientras la psicología occidental suele ver en la crisis un problema o un trastorno, la psicología del yoga integral lo interpreta como un momento de transición evolutiva. La angustia, la confusión o el vacío pueden ser síntomas de que el yo superficial está cediendo y que una conciencia más profunda está intentando emerger. Esta visión no minimiza el dolor humano, pero lo resignifica dentro de un proceso mayor de crecimiento.

Otro punto es la consideración de la educación como un espacio privilegiado para aplicar la psicología del yoga integral. Chatterjee sostiene que no se trata de transmitir meramente conocimientos, sino de acompañar a los individuos en la exploración de su ser interior. El aprendizaje, en este marco, no es la repetición de información, sino la autoformación de la conciencia. Por eso el yoga integral inspira una pedagogía que va más allá de la instrucción y que busca la transformación del estudiante.

En definitiva, Integral Yoga Psychology es un texto para quienes buscan comprender cómo se puede articular la tradición del yoga con la psicología contemporánea. Es un mapa amplio y profundo que invita a repensar la psicología como ciencia de la conciencia. Su valor radica en mostrar que el ser humano no está condenado a repetir sus condicionamientos, sino que puede abrirse a nuevas dimensiones de sí mismo. Para Maitreyananda este libro confirma que la psicología, si quiere ser fiel a su objeto, no puede limitarse a describir lo patológico ni a adaptarse a las normas sociales. Debe asumir que el ser humano tiene un destino de expansión, que su mente y su espíritu están llamados a una integración superior. Y que sólo desde esta visión integral podemos comprender verdaderamente qué significa ser humano.

El sistema psicológico de Sri Aurobindo” de Indra Sen – Integral Psychology: The Psychological System of Sri Aurobindo. 

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Indra Sen fue el primer discípulo de Sri Aurobindo que intentó sistematizar en términos psicológicos lo que hasta ese momento se había comprendido principalmente como una filosofía o como una práctica espiritual. Es él quien acuña el término Integral Psychology, convirtiéndose en un puente entre el pensamiento de Sri Aurobindo y el lenguaje científico-académico de la psicología moderna. Su libro Integral Psychology: The Psychological System of Sri Aurobindo no es solo una obra introductoria sino también un intento pionero de fundar una nueva disciplina, que articula el yoga, la espiritualidad y la psicología en un mismo marco. Para Sen, la Psicología Integral debía convertirse en una ciencia de la conciencia capaz de dar cuenta no solamente de los procesos mentales ordinarios, sino también de los más elevados y espirituales.

Lo primero que resalta en su planteo es que Sri Aurobindo ya había delineado una cartografía completa del ser humano, distinguiendo entre el plano físico, el vital, el mental y el supramental, así como también la presencia del ser psíquico en el centro del individuo. Sen recoge esta visión y la traduce al lenguaje de la psicología, insistiendo en que, si bien Freud y Jung habían avanzado en descubrir el inconsciente y el mundo arquetípico, Sri Aurobindo llevaba la investigación mucho más allá, hacia dimensiones supraconscientes que habían quedado fuera del marco de la psicología occidental. De este modo, la Psicología Integral no se limita a estudiar el inconsciente reprimido, sino que también incluye el inconsciente cósmico y el supraconsciente espiritual, estableciendo así un mapa completo de la conciencia humana. Sen subraya que esta psicología no puede ser reducida a un método terapéutico en el sentido clásico. No es simplemente un modo de sanar neurosis o conflictos de personalidad, sino un camino para la transformación total del ser. Por eso, la Psicología Integral no se ocupa únicamente de los síntomas, sino que busca conducir al individuo hacia la integración de sus múltiples planos y finalmente a la realización del ser psíquico, que en la visión aurobindoniana es la chispa divina que habita en cada persona. En este sentido, se diferencia de la psicología humanista o transpersonal porque no solo apunta a un crecimiento interior, sino a un proceso evolutivo de la conciencia que trasciende lo humano ordinario.

El aporte de Sen consiste en mostrar que la Psicología Integral puede dialogar con las escuelas occidentales. Reconoce el valor de Freud en el descubrimiento del inconsciente y de Jung en la noción de arquetipos, pero señala que ambas perspectivas quedan incompletas si no se incluyen los planos superiores.

En su obra, Sen analiza cómo la Psicología Integral puede relacionarse con la fenomenología, con el existencialismo y con las corrientes humanistas. Pero aclara que ninguna de ellas logra superar la fragmentación que genera estudiar al ser humano solo desde la mente o desde lo social, mientras que Aurobindo ofrece un marco verdaderamente integrador.

Un aspecto central que Sen destaca es que la Psicología Integral no debe limitarse a la especulación teórica, sino que se fundamenta en la práctica del Yoga Integral. Esto significa que las categorías psicológicas no son simples construcciones conceptuales, sino que corresponden a experiencias vividas y verificables en la conciencia. Cada etapa del yoga —la purificación, la apertura al psíquico, el contacto con lo supramental— constituye a la vez un experimento psicológico. Aquí radica la originalidad del planteo: la experiencia espiritual es considerada como un laboratorio vivo, donde la conciencia se observa, se analiza y se transforma.

Indra Sen además subraya la importancia de la educación integral, proponiendo que la Psicología Integral puede orientar no solo a terapeutas o buscadores espirituales, sino también a educadores que quieran trabajar en la formación del ser humano completo. El modelo educativo de Aurobindo y La Madre ya había puesto en práctica esta visión en Auroville y en el ashram de Pondicherry, donde se trabajaba en el desarrollo armónico de los cinco aspectos del ser: físico, vital, mental, psíquico y espiritual. Sen lo interpreta como un ejemplo concreto de psicología aplicada, mostrando que no se trata de una teoría abstracta sino de un sistema vivencial.

Abre un campo de investigación que hasta hoy sigue siendo explorado: cómo crear una psicología que no niegue ni lo corporal ni lo espiritual, que no reduzca el espíritu a una ilusión ni la mente a un mero epifenómeno del cerebro. Sen considera que la Psicología Integral es el futuro de la psicología, porque permite abordar tanto los problemas de la vida ordinaria como la aspiración más alta del ser humano: su evolución hacia una conciencia superior.

En definitiva, el libro de Indra Sen constituye una obra pionera y fundacional, donde la psicología se expande hasta abarcar lo trascendente, y donde el estudio de la mente se transforma en un camino de integración espiritual. Para Maitreyananda , este libro es la demostración de que el psicoanálisis y la psicología occidental han sido apenas el comienzo de un viaje más amplio: el viaje hacia la verdadera psicología de la totalidad humana.

Marco integral aplicado (Wilber) y deporte

por Maitreyananda- Fernando Estevez Griego

Wilber propone unificar la psicología académica, la psicoterapia clínica, la filosofía, la espiritualidad y las ciencias naturales. La meta de Wilber es diseñar una psicología integral que abarque la totalidad del espectro humano, desde lo más biológico hasta lo más trascendente

La psicología integral busca reunir verdades parciales en un marco inclusivo que respete la especificidad de cada enfoque y, al mismo tiempo, los supere en una visión más amplia. Wilber sostiene que la mente humana no se limita a las operaciones del ego, sino que recorre una serie de estadios evolutivos que van desde lo prepersonal hasta lo transpersonal. En la base se encuentran los impulsos instintivos, las emociones primarias y las formas más elementales de percepción. Luego emerge el ego racional, que organiza la experiencia, construye una identidad y permite el pensamiento abstracto. Más allá del ego, sin embargo, se abre un horizonte superior: estados de conciencia que trascienden la individualidad y que han sido descritos por las tradiciones espirituales como samādhi, nirvāa, iluminación o unión con lo divino. Lo que las religiones habían transmitido como mística, Wilber lo presenta como etapas legítimas del desarrollo psicológico. Con ello, rompe la frontera artificial entre psicología y espiritualidad, mostrando que ambas hablan, en última instancia, de distintos niveles de la misma conciencia humana.

El modelo de los cuatro cuadrantes, es uno de los aportes más originales de Wilber. Todo fenómeno humano puede y debe analizarse desde cuatro perspectivas simultáneas: la interior individual (pensamientos, emociones, intenciones subjetivas),  la exterior individual (conducta observable, cerebro, sistema nervioso),  la interior colectiva (cultura, valores, creencias compartidas)  y la exterior colectiva (sistemas sociales, instituciones, ecología).

 Esta matriz cuadripartita evita reduccionismos: la depresión, por ejemplo, no se explica solo por un desbalance químico (cuadrante exterior individual), ni solo por creencias irracionales (cuadrante interior individual), ni solo por condiciones culturales (cuadrante interior colectivo), ni solo por factores sociales (cuadrante exterior colectivo). Es necesario un abordaje integral que considere los cuatro niveles al mismo tiempo. Esta propuesta representa un salto metodológico decisivo, porque abre la puerta a una psicología que no mutila la realidad, sino que la aborda en toda su complejidad.

Desde una perspectiva clásica de la preparación física, la mejora de las técnicas de entrenamiento implica revisar las teorías de base y observar los programas aplicados en países de mayor desarrollo deportivo. De ello se desprenden varias orientaciones. Una primera se refiere al aumento progresivo de los volúmenes de trabajo: permite alcanzar altos niveles de rendimiento, aunque con la desventaja de limitar el desarrollo de la fuerza y la velocidad.

Una segunda orientación es la adaptación de los entrenamientos al objetivo planteado.

Una tercera se fundamenta en la utilización de materiales y equipos que potencien al máximo las reservas funcionales del organismo y favorezcan la perfección técnica de los movimientos.

Finalmente, una cuarta orientación radica en el perfeccionamiento de la organización del entrenamiento, donde se integran todos los elementos anteriores.

La dirección y el control del entrenamiento consisten en definir objetivos concretos para cada etapa, comparando lo que el atleta puede hacer con lo que debería lograr. En este marco, la carga de entrenamiento se convierte en la piedra angular del proceso. Dicha carga está determinada por su naturaleza, su magnitud y su orientación. La naturaleza distingue entre cargas de entreno o de competición, específicas o generales. La magnitud se mide a partir de índices externos, como el número de horas o repeticiones, y de índices internos, como las reacciones fisiológicas del organismo (tiempo de recuperación, fatiga, alteración de sistemas funcionales). La orientación, por su parte, depende de la cualidad a desarrollar, del sistema funcional implicado y de los recursos utilizados.

La fatiga es aquí un concepto central: puede ser latente, cuando aún se mantiene la capacidad de trabajo, aunque los sistemas funcionales estén forzados, o evidente, cuando esa capacidad cae claramente. La recuperación posterior a la carga sigue cuatro etapas: disminución de la capacidad, restauración, sobrecompensación y estabilización en un nivel cercano a la inicial. La adaptación, ya sea rápida o a largo plazo, constituye el fundamento del progreso deportivo. La dinámica de las cargas debe alternar períodos de esfuerzo con períodos de alivio, respetando los ritmos biológicos y evitando el sobre entrenamiento.

En este sentido, la organización del entrenamiento se estructura en ciclos:

microciclos de pocos días, mesociclos de semanas, períodos de varios meses y macrociclos que abarcan hasta un año. Los principios básicos de la organización exigen la repetición sistemática con variaciones de contenido, la ubicación de cada elemento en el lugar adecuado de la estructura y la intervención de cada ejercicio en el momento preciso, según su orientación especializada.

Los métodos de entrenamiento se dividen en orales, visuales y prácticos. Los primeros incluyen la explicación, el relato, la discusión; los segundos, la observación, el comentario y el autocontrol del movimiento; los terceros, la práctica directa, continua o por intervalos, uniforme o variable, general o específica. La carga de entrenamiento se define por la naturaleza de los ejercicios, la intensidad, la duración, la recuperación y el número de repeticiones. Los ejercicios pueden ser de acción general, local o parcial, involucrando diferentes masas musculares. La intensidad, medida tanto externamente como por la solicitación de los sistemas funcionales, define qué procesos energéticos son solicitados (aeróbicos, anaeróbicos alácticos, glucolíticos, etc.). La duración y el tipo de reposo (activo o pasivo) modifican sustancialmente el efecto del ejercicio.

Pero más allá de lo técnico y lo fisiológico, lo decisivo sigue siendo la preparación mental, sentimental y espiritual. La estrategia y la táctica, la motivación, la inteligencia emocional y la inteligencia sentimental constituyen la base de la victoria. El competidor debe integrar sus motivaciones personales con las competitivas, organizar esquemas estratégicos comprensibles y aplicar sus capacidades de adaptación frente al adversario. La preparación espiritual — entendida como el desarrollo de la inteligencia emocional, sentimental y afectiva— es indispensable para regular las emociones en el presente y transformarlas en sentimientos positivos que fortalezcan la conducta. Estas capacidades no surgen espontáneamente, sino que pueden entrenarse mediante técnicas cognitivas, psicocorporales y espirituales, elaboradas desde la PsicosomatoNoología Deportiva. 

En definitiva, no hay preparación física plena sin preparación mental, sentimental y espiritual. La Psicosomato Noología Deportiva, que Maitreyananda-Fernando Estevez Griego propuso y enseño en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo en 1993, es precisamente el camino integrador, donde cuerpo, mente y espíritu se entrenan de manera conjunta, permitiendo que el atleta afronte la competencia no solo como un desafío físico, sino como una experiencia total de autorrealización y de superación en todos los planos de su existencia. Como cierre de este ensayo, se concluye mediante la expresión de Dharmachari Maitreyananda-Fernando Estevez Griego, que “no hay salud plena sin armonía espiritual”.

 

 

 

 

Fuentes extraídas de:

Libro: Psicología del Yoga y Yogaterapia

Autor: © Fernando Estevez Griego. (Maitreyananda)

Fernando Estevez Griego, 2025

Libro Digital, PDF

 

 La Yogaterapia como Terapia Psico-Somato-Noológica:

Una vía espiritual del ser triplánico**

Por Maitreyananda -Fernando estevez Griego

ensayo elaborado a partir de su modelo original de Yogaterapia)

 

 Yoga Sutras de Maitreyananda- Fernando estevez Griego

SUSTHITI YOGA- Wellness Yoga

Autor: © Fernando Estevez Griego. (Maitreyananda)

 

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